Un participante en la carrera Coruña 21 se paró en mitad de la media maratón para recoger las gafas de una espectadora, que se le habían caído al suelo. El corredor solidario se agachó, recogió las gafas, se las entregó a la mujer, que le agradeció el gesto, y siguió con la segunda vuelta a su paso por el Obelisco. Para muchos de los participantes este movimiento hubiese sido impensable, no por falta de civismo, por supuesto, sino porque iban ya más que fatigados y todavía les quedaba un gran trecho por delante. Se ve que el corredor gentil iba sobrado de fuerzas y también de atención, ya que divisó las gafas en mitad de la ruta.