El león marino que el pasado jueves fue encontrado en la playa de Bens falleció ayer por la mañana. El animal, que había sido trasladado a la sede la Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños (Cemma), en Nigrán, no logró reponerse de su maltrecho estado de salud, afectado por una extrema delgadez y problemas de tipo respiratorio.

Durante los primeros días de tratamiento se le aplicaron técnicas de hidratación oral y suepidérmica y se comenzó a alimentar al animal, aunque no reaccionó adecuadamente. Según informaron desde la coordinadora, el pronóstico del animal comenzó a empeorar a primera hora de la mañana de ayer, no pudiendo finalmente el equipo médico hacer nada para mantener con vida al león marino.

La necropsia, según señalaron desde el centro en un comunicado, informó de todo aquello que la sintomatología mostraba: el aparato digestivo completamente vacío, poca grasa y presencia de dos plásticos pequeños en el estómago de animal.

El jueves un pescador dio la alerta de la aparición de una cría de lo que parecía ser una foca a las once de la mañana. De color ceniza, solo tenía cuatro o cinco meses. El Concello señala que esta cría, que estuvo atendida por la Policía Local, llegó a la costa coruñesa, "con toda probabilidad", transportada por una corriente desde las islas británicas o Irlanda, debido a un fenómeno natural de dispersión juvenil, esto es, ejemplares que, alcanzada una edad, se separan de su grupo.

Desde Cemma señalan que hasta abril el litoral todavía permanecerá en alerta de leones marinos. El empeoramiento de las condiciones en el mar incrementa las posibilidades de que animales de este tipo acaben en la costa, huyendo de las duras condiciones del mar.