El temporal que ayer alcanzó el litoral coruñés dejó su huella en el paseo marítimo de la ciudad, que un año más volvió a ver cómo el mar lo cubría parcialmente de arena. Las olas en el puerto exterior llegaron a alcanzar picos de 14 metros de altura a las 19.00 horas, uno de los registros más altos recabados en los últimos años, según señaló la Autoridad Portuaria.

La fuerza del mar llegó a inundar parcialmente la avenida Buenos Aires, en el tramo próximo a la plaza de Portugal, alcanzando también la plaza de Pontevedra, a donde llegó la arena. El Concello puso en marcha a partir de las 14.00 horas un dispositivo de vigilancia en las playas de Riazor y Orzán ante la alerta naranja decretada por el 112, que a partir de las 20.00 horas y hasta medianoche ascendería a roja. Los agentes de la Policía local llegaron a cortar temporalmente el tráfico entre la calle Modesta Goicouría y la calle Curros Enríquez.

La pleamar tuvo lugar a las 16.00 horas pero incluso en momentos de supuesta bajamar las olas se acercaron a la costa, ante las miradas de decenas de curiosos que desde el otro lado de la avenida Buenos Aires o desde los edificios observaban cómo las olas rompían contra las ya menguadas barreras de arena levantadas en la playa.

Las olas de gran dimensión en punta Langosteira llegaron a sobrepasar el dique de abrigo del puerto exterior, si bien desde la Autoridad Portuaria aseguran que no han ocasionado daños materiales. "Está diseñado para soportar olas mayores", señalaron desde el Puerto.

Hoy, las instalaciones del Aquarium Finisterrae cerrarán sus puertas a partir de las 15.00 horas como consecuencia del temporal. Los parques, jardines y zonas infantiles permanecerán también cerrados, como ya viene ocurriendo desde este sábado, y no se abrirán hasta que remita el mal tiempo. La flota pesquera de los puertos de la provincia permanecerá amarrada casi en su totalidad mientras se mantenga la alerta naranja y solo saldrán algunas pequeñas embarcaciones que puedan faenar al abrigo de las rías.