Trabajadores del servicio municipal de mantenimiento comenzaron ayer la reconstrucción del colector de saneamiento roto al inicio de la avenida de Rubine con la instalación de una estructura metálica que protegerá a los operarios en el interior del gran socavón causado por la fuga de agua.

La estructura, formada por unas planchas unidas en forma de caja con 5 metros de altura y 3 de anchura, fue instalada con la ayuda de una grúa debido a su gran tamaño y garantizará la "total seguridad" de los obreros, ya que el suelo del socavón está compuesto por arena que podría desplomarse, según informó el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, que acudió al lugar para comprobar el desarrollo de los trabajos, en los que también colaboran la Policía Local y los bomberos.

La colocación de la caja metálica no hizo preciso aumentar los cortes de tráfico en la zona, que ya obligan a prohibir la circulación en Rubine y en la calle Riazor, por lo que el Concello cambió el sentido de uno de los carriles de la avenida de Buenos Aires para dotar de uno más a la dirección hacia el centro de la ciudad desde la calle Pondal hasta la glorieta de las Catalinas. Varela destacó el trabajo realizado por los operarios en el lugar, así como por las fuerzas de seguridad que cooperan con ellos.

La rotura de la conducción ocurrió a primera hora de la mañana del martes y el Concello calculó entonces que su reparación durará en torno a diez días. Los trabajadores deberán enfrentarse al problema que supondrán las intensas lluvias previstas para los próximos días, en especial para el sábado, ya que las precipitaciones caídas tras el desplome del terreno inundaron el socavón y causaron a su vez el anegamiento de sótanos en los edificios colindantes, donde los bomberos tuvieron que achicar el agua en las salas de los contadores.