A Coruña mantiene en sus calles un total de 146 postes eléctricos en desuso o que suponen algún tipo de obstáculo para los peatones. La cifra se registra después de haberse retirado desde 2012 un total de 251 de estos elementos, en el marco de la campaña impulsada por el anterior Gobierno municipal.

Así lo ha señalado el Ejecutivo en respuesta a una pregunta realizada por el grupo socialista. El Concello señala que empresas como Telefónica o Gas Natural Fenosa ya no colocan nuevos postes en las vías públicas en cumplimiento de las condiciones de las licencias municipales de demolición. Ahora, estos maderos solo podrán instalarse en ocasiones excepcionales y con autorización municipal explícita.

El Gobierno asegura que su objetivo final es poder liberar los espacios públicos de este tipo de elementos. Sin embargo, no fija un plazo para su completa desaparición ya que todo depende de la evaluación que es necesario llevar a cabo en cada caso, atendiendo a las condiciones de las licencias concedidas en su momento.

El anterior Ejecutivo local de Carlos Negreira había puesto en marcha en 2012 un plan especial para retirar estos postes eléctricos, especialmente los abandonados. Gracias a esta iniciativa desaparecieron gran parte de los 251 maderos que, afirma el Concello, se han eliminado en los últimos cuatro años.

Para evitar la proliferación de postes de obra en la ciudad, el Ayuntamiento endureció por aquel entonces las condiciones para su colocación impidiendo a las empresas de servicios ubicar nuevos postes en las calles a través de simples licencias de demolición, como ocurría hasta ahora.

Asociaciones vecinales como la de Monte Alto han denunciado a lo largo de los últimos años la excesiva presencia de este tipo de postes, que dificultan el tránsito de peatones y, en ocasiones, también de personas con movilidad reducida. Los elementos son la herencia de antiguos desarrollos urbanísticos y de una sucesión de planes generales muy permisivos con los promotores a la hora de ocupar el espacio público.