Los miembros de la Mesa da Ría do Burgo se reunieron ayer para elaborar un documento en el que se recojan las alegaciones que cada una de las partes afectadas ha presentado al Ministerio de Medio Ambiente sobre el dragado del estuario. Todavía no lo han cerrado, así que no será hasta el 1 de marzo cuando se presenten todos esos puntos que los afectados consideran "innegociables", según explicó ayer la concejal de Medio Ambiente del Concello de A Coruña, María García.

Será su departamento el encargado de redactar el documento final, que evidencia el "consenso" de los participantes en la mesa -Cofradía de Pescadores, la Plataforma en Defensa da Ría do Burgo, los concellos de A Coruña, Oleiros, Cambre y Culleredo y la Universidade da Coruña-. García dejó ayer claro que este informe de "puntos fundamentales de consenso" tendrá un carácter "más simbólico que técnico" ya que cada una de las partes presentó sus reclamaciones en el periodo establecido para que fuesen tenidas en cuenta.

"Son alegaciones que ya se entregaron y es para demostrar que hay unidad en la Mesa da Ría, que hay unos puntos en común que todos consideramos que son muy importantes", dijo ayer García, a la salida de la reunión. Entre esas alegaciones está, por ejemplo, la incompatibilidad de la labor extractiva de marisco con los trabajos de dragado y que el impacto ambiental se vea compensado con actuaciones encaminadas a la regeneración del espacio natural. "Nosotros, como Cofradía, por ejemplo, no nos vamos a entrar en cosas que son de obra civil", comentó el portavoz de la Agrupación de Mariscadores a Pé da Ría do Burgo, Manuel Baldomir, que incidió, además, en que la mesa "no finaliza" con la presentación de las alegaciones, sino que "sigue y seguirá" con su trabajo durante las obras de regeneración de la ría y también después, realizando un seguimiento a los trabajos ejecutados.

Esta es una de las alegaciones que el Concello de A Coruña presentó a título individual, ya que solicitó al Gobierno central que hubiese una comisión de seguimiento de los trabajos y que se haga "un seguimiento permanente" de la repercusión de las obras.

Otro de los acuerdos tomados ayer fue el de abrir la Mesa da Ría a "otras asociaciones que se puedan sentir interesadas" en plantear alguna "cuestión" para que puedan hacerlo a través de este hilo conductor. "Si hay alguna asociación que está siguiendo cómo se está haciendo el dragado y estima que hay algo que debe aportar, las puertas de la Mesa da Ría quedan abiertas", adelantó ayer Baldomir.

Sobre el estado actual del estuario, Baldomir comentó ayer que los mariscadores están "a la espera" de saber los resultados que arrojarán los últimos análisis realizados para saber si, con la llegada del frío y el incremento del uso de las calefacciones "y la mayor carga de trabajo en Repsol", las aguas de la ría aumentan sus índices de hidrocarburos. Durante la jornada de ayer, la ría permanecía abierta al marisqueo y las almejas no registraban un elevado grado de mortalidad, aunque Baldomir llamó a la prudencia, ya que es cuando hace calor cuando el marisco se muere más.