El director-gerente de la Fundación Luis Seoane, David Barro, defendió ayer, en un escrito enviado a los medios de comunicación, que seguirá al frente de la entidad y que ésta mantendrá la "normalidad" en su funcionamiento que ha tenido durante los dos últimos años, los que él lleva ostentando el cargo. Asegura que su puesto y el de Longueira tienen "atribuciones muy diferentes" y que él seguirá siendo el "máximo responsable sobre el resto de personal" así como que mantendrá "la dirección artística y la planificación de la actividad de los departamentos a su cargo" así como de la gestión del presupuesto de la entidad. Sobre las atribuciones de Longueira dice que serán "las marcadas" por las decisiones que se tomen en la junta del patronato.

La sentencia del Tribunal Supremo que anula el despido de la concejal socialista Silvia Longueira de la dirección de la Fundación Luis Seoane, decretado en el mandato del PP, obliga al patronato de la entidad a reunirse de manera extraordinaria "estos días". El alcalde, Xulio Ferreiro, explicó ayer que será en este órgano en el que se tomen las decisiones oportunas. "Evidentemente, no puede ser otra que cumplir la sentencia", aclaró ayer el regidor municipal. La concejal socialista Silvia Longueira dice que su proceso ha sido público, pero que hay muchos más en el país del que nada se sabe, similares al que sufrió ella.

-Con la sentencia en la mano, ¿sabe ya cómo va a ser su futuro en la fundación?

-La sentencia la recibo con alegría y con tranquilidad. Es como cuando uno tiene una enfermedad y se encuentra bien y espera a que le den el alta. Es un alivio ver restituida esa parte de mi expediente que estaba pendiente. A partir de ahí, lo que los patronos tengan a bien decidir, que para eso estamos.

-El alcalde dice que no hay otra solución más allá de acatar la sentencia y cumplirla, ¿le han dicho ya algo de cómo se va a proceder?

-Lo desconozco. Para mí este proceso ya se ha cerrado, de hecho, no quiero mediatizarlo. La Justicia ha llegado a su último escalón y ha resuelto, en este caso, a mi favor. A partir de ahora, yo no tengo nada más que decir.

-¿Volverá como directora o hay posibilidad de que la readmitan pero con funciones diferentes a las que venía realizando antes del despido?

-La sentencia dice claramente que he de ser readmitida en mi cargo y con las funciones que venía desempeñando. No puedo decir nada más y no puedo contemplar ninguna otra posibilidad que no sea la que especifica la sentencia. A partir de ahí, como bien dice el alcalde, las sentencias están para ser cumplidas.

-Después de tanto tiempo y del proceso judicial, ¿cómo afronta esta vuelta al que fue su trabajo durante cinco años?

-Pues como miles de trabajadores en este país que, en un momento determinado, pasan por un proceso de este tipo, que no tiene nada de agradable. Espero que mi caso siente una jurisprudencia para que a nadie se le pueda discriminar ni tener en el punto de mira por su filiación política, pero tampoco por razones de género, color o religión. Parece una obviedad, pero es así. Seguro que hay muchas personas en este país, que están en un proceso similar. La diferencia es que mi caso es público y eso puede servir para que la Justicia llegue cada vez mejor a los ciudadanos.

-La sentencia hace hincapié en que su despido se debió a una cuestión política [con la victoria del PP en las elecciones de 2011, el patronato presidido por el entonces alcalde, Carlos Negreira, forzó su despido, ya que Longueira se negó a elegir entre su acta de concejal del PSOE y su trabajo] y por eso lo anula.

-Eso es lo que dijeron todos los jueces por los que ha pasado este caso.