El nuevo Plan de Emergencia Exterior del polígono de A Grela-Bens elaborado por la Xunta, que aún está pendiente de su aprobación definitiva, incorpora medidas de protección al medio ambiente entre las que deben aplicarse en caso de un accidente grave en cualquiera de las cuatro factorías en las que existe el riesgo de que se produzcan. El documento aún vigente incluye disposiciones para proteger a la población, pero carece de iniciativas que deben adoptarse para evitar daños al entorno ante la posibilidad de que se originen escapes y derrames de las sustancias peligrosas identificadas por los técnicos.

El plan obliga a efectuar controles de los niveles de concentración en la atmósfera de productos tóxicos e inflamables, a un tratamiento correcto de los líquidos empleados para la extinción de incendios, así como a una vigilancia del estado del suelo, ya que puede sufrir el riesgo de agresiones a medio plazo ante el derrame de productos tóxicos.

En el caso de que ocurra una situación de este último tipo por la salida de sustancias de los depósitos en los que estuvieran almacenadas, el plan establece la construcción de diques o barreras con tierra, arena u otros materiales, aunque también puede optarse por excavar zanjas o fosos para detener el avance de estos productos. Una vez que se consiga parar la expansión, el producto derramado debe recogerse mediante aparatos de bombeo.

Otra de las medidas contenidas en el plan es la retirada con medios mecánicos de la tierra contaminada y de los residuos que puedan generarse, para lo que se utilizarán palas, máquinas explanadoras, tractores y vehículos similares. Ante el riesgo de que los productos químicos puedan filtrarse en el suelo, se efectuará un control de las fuentes, pozos y minas de agua de la zona para comprobar si esas sustancias han llegado hasta ellas.

El plan revisa además la relación de productos que suponen un peligro de accidente grave, ya que actualiza los datos de cada una de las empresas con relación a la situación existente en 2010. La incorporación de Alcoa a las empresas cuya actividad implica riesgos hace que se sumen como sustancias peligrosas el propano, el aceite NKDL y las escorias de aluminio.

En las instalaciones de la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH), que distribuye combustibles a los puntos de venta, los productos clasificados son la gasolina, el gasóleo, el queroseno y el bioetanol, mientras que en Repsol Butano son el butano y el propano.

La relación de sustancias peligrosas se multiplica en el caso de Repsol Petróleo, ya que se identifican butano, propano, propileno, butano olefínico, queroseno, gasolina, nafta, gasóleo, hidrógeno, gas natural, amoníaco, ácido sulfhídrico, benceno, isopentano, petróleo crudo, etanol y su derivado etil terbutil éter (ETBE).

Estas sustancias se agrupan, de acuerdo con los riesgos que implican, en líquidos combustibles, líquidos inflamables, gases licuados extremadamente inflamables, gases inflamables y productos tóxicos o muy tóxicos.

Accesos

Otra de las consecuencias de la actualización del Plan de Emergencia Exterior es la inclusión de las nuevas vías de comunicación construidas en el entorno de A Grela-Bens en los últimos años y que se añaden a las que deben ser controladas por las fuerzas de seguridad en caso de accidente para evitar la entrada de personas ajenas a los servicios de emergencia.

Las carreteras que pasan a formar parte de las que serán vigiladas durante un siniestro son la tercera ronda y su prolongación fuera del municipio (conocida como AC-14) y la autovía de acceso al puerto exterior, cuya apertura está prevista para el próximo mes, según anunció el lunes Fomento.