El alcalde, Xulio Ferreiro, justificó ayer el cambio del calendario fiscal del Concello que incluye el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) entre mayo y septiembre por la necesidad de redistribuir los tributos municipales. Ferreiro recordó que a quienes tengan el recibo domiciliado, el 40% de los contribuyentes, se les pasará al cobro en julio, mes en el que los trabajadores reciben la paga extra de verano.

"Es muy fácil realizar críticas populistas sobre medidas que tienen que ver con tributos", manifestó el regidor en una entrevista radiofónica sobre la postura de PP y PSOE acerca de la iniciativa del Gobierno local, que calificó de "necesaria". También aseguró que las nuevas ordenanzas fiscales hacen que la situación "para las familias sea mejor" gracias a las nuevas bonificaciones en el IBI, al fraccionamiento de su pago y a la prolongación del periodo de cobro.

Ferreiro destacó que los tres últimos tesoreros municipales recomendaron la variación del calendario tributario y el adelanto del cobro del IBI para evitar el "problema crónico" de la concentración del cobro de los impuestos a finales de año. También reveló que a su llegada a la Alcaldía el pasado mes de junio se le informó de que no había dinero "para pagar las nóminas de agosto", lo que también relacionó con la falta de liquidez causada por el anterior Gobierno local por sus "excesivos gastos".

Moción popular

El Partido Popular anunció ayer por su parte que presentará una moción en el próximo pleno del Concello en la que reclamará que el periodo de pago del IBI vuelva a ser del 15 de septiembre al 5 de diciembre, en lugar del 5 de mayo al 5 de septiembre. La portavoz del PP, Rosa Gallego, aseguró que el plazo que propone su formación es el que "piden los ciudadanos" y denunció que el aplicado por el Gobierno local causa un "grave perjuicio" por alterar el calendario de pagos que tenían planteado los contribuyentes y por la coincidencia con el Impuesto de la Renta.