La presión ciudadana y la tenacidad de personajes como José González Dopeso, Francisco Vázquez, Margarita Ponte y Nicanor Tabuyo, entre otros, contrarrestó la falta de empatía de los gobiernos autonómico y estatal para con el aeropuerto de Alvedro. Las inversiones realizadas, aunque escasas y tardías, permitieron a Alvedro asentarse en el millón de pasajeros. El pasado 2015 se inauguraba la nueva pista de aterrizaje, ampliada en 398 metros. Sin embargo, en la práctica, y después de la adaptación de las áreas de seguridad en ambas cabeceras al Real Decreto 862/2009, esta ampliación, al menos para los aterrizajes por la cabecera 21, apenas se ha notado. Aena, para adaptarse a la normativa AESA, optó por la propuesta más barata y restrictiva de las 4 que contemplaba el Plan Director: el desplazamiento del umbral de pista en ambas cabeceras 150 metros. En consecuencia, a día de hoy, tal como figura en el AIP del aeropuerto, la longitud de pista declarada disponible y adecuada para el recorrido en tierra de un avión que aterriza (LDA) es 2.038 metros en la cabecera 21 (98 más que antes de la ampliación) y 2.188 metros en la cabecera 03 (248 más). En la cabecera 21, única que dispone de sistema de ayudas de aproximación y la única apta para aterrizar a partir del ocaso, hemos ganado escasamente 98 m . Esta pequeña mejoría queda anulada, en situaciones de baja visibilidad, por el citado desplazamiento del umbral de pista. Esto supone, en la práctica, que un avión que aterriza por la cab