El Gobierno municipal recibe con "satisfacción" que la Xunta haya ordenado a la concesionaria de la planta de Nostián, Albada, sellar los depósitos que siguen llenos sin clausurar después de casi ocho años. La edil de Medio Ambiente, María García, informa de que van a "requerir que se cumpla" el dictamen de la Xunta, que concede un año para culminar los trabajos, necesarios para "evitar o disminuir" riesgos medioambientales, según el departamento autonómico. El ahorro para las arcas del Concello sería de más de tres millones de euros, según lo que el anterior Ejecutivo llegó a presupuestar en 2014 y 2015, una inversión nunca ejecutada.

"Avala nuestra teoría de que Albada es la responsable de sellar los vasos que quedaban sin sellar", manifiesta la concejal responsable de las instalaciones, que entiende que la concesionaria es la encargada de ejecutar la clausura y, por tanto, de pagar los trabajos. Aún no se han comunicado con la empresa, que presentó sin éxito un escrito de alegaciones, puesto que la resolución fue recibida el viernes en el Concello.

La Xunta obliga a Albada a proceder, en el plazo de un año, al sellado del depósito. La Consellería de Medio Ambiente dio la razón, por tanto, al Gobierno municipal, que había recurrido en agosto el dictamen autonómico que ordenaba a la propia Administración local, y no a la concesionaria de Nostián, estos trabajos, con un coste estimado de 3,5 millones de euros. Pese a que existe una autorización autonómica para cerrar los vasos desde 2010, el cambio de gobierno en 2011 paralizó el proyecto. El Ejecutivo de Carlos Negreira lo presupuestó en 2014 y 2015 pero finalizó el mandato sin avanzar en él.

Pese a la oposición de Albada, los argumentos municipales han convencido a la consellería, que el 26 de febrero, según informaron a este periódico fuentes autonómicas, dictó una resolución a favor del Ayuntamiento, que se amparó en una normativa autonómica de 2009 sobre la gestión de residuos en el ámbito de la comunidad. En ella se estipula que, salvo que la concesión recoja específicamente "otra cosa", el "régimen de responsabilidades en la clausura y pos clausura", en los casos en los que exista "una única entidad explotadora durante toda la vida útil del vertedero", como es el caso, establece como "responsable" de la obra a "la entidad explotadora". El Concello sería responsable, ya ejecutados los trabajos, del "mantenimiento pos clausura".

Evaluar mejoras en la planta

La concejal de Medio Ambiente, María García, explica que están trabajando "en tres líneas" respecto a la gestión de la basura. Una de ellas, es "evaluar, con vistas al futuro y ya con el consorcio o la futura mancomunidad, qué mejoras necesita la planta para desarrollar el proceso de reciclaje con mejor eficacia".

Una segunda línea conecta con los juzgados, con "los litigios que puede haber con la empresa por temas contractuales y sobre quién asume determinadas cosas". "Nosotros seguimos abogando por el compostaje y entendemos que es la empresa la que tiene que hacer frente a los gastos que tuvo que hacer para que la planta funcionase tal y como se comprometió cuando presentó la oferta y estamos trabajando desde la asesoría jurídica en toda esta cuestión", responde.

En tercer lugar, el área de Medio Ambiente está diseñando medidas para la "mejora de la gestión integral de residuos", en todo el proceso desde que el vecino deposita la basura en casa hasta la planta de tratamiento, cuando "o se aprovechan o hay que darle una solución final". La concejalía está evaluando diferentes modelos de recogida, para elaborar el pliego de basuras, con visitas a ciudades como Oviedo, Barcelona o Milán. "Son modelos muy diferentes entre ellos y estamos mirando cuál se adaptaría mejor a las circunstancias de A Coruña, que tiene una enorme densidad de población, lo que limita una serie de opciones", relata García, que insiste en que los "pilares" tienen que ser la "separación de la materia orgánica" como algo "incuestionable" y el "mantenimiento del capital humano y los puestos de trabajo".