El pleno municipal aprobó ayer dos mociones del PP y PSOE en las que se instaba al Gobierno local a dar marcha atrás y anular su propuesta de adelantar a mayo el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). El texto de los socialistas tuvo el respaldo de todos los partidos de la oposición, a diferencia del PP, en el que el BNG se abstuvo.

Con el nuevo calendario fiscal puesto en marcha por el Concello, para este año el IBI podrá abonarse desde el 5 de mayo al 5 de septiembre, mientras que ahora se abonaba en otoño. El proyecto del equipo del alcalde, Xulio Ferreiro, era otro inicialmente, ya que restringía el plazo desde mayo hasta el 5 de julio. El cambio se anunció el 20 de febrero para que los contribuyentes dispusiesen de un "mayor margen para planificar su aportación tributaria al Concello", pero ni aún así logró ganarse a los partidos de la oposición.

El concejal del PP, Roberto Coira, cargó contra el adelanto fiscal al entender que supondrá una "asfixia" a las familias y empresas de la ciudad, que tendrán que pagar a mitad de año un impuesto que ya abonaron en el último trimestre de 2015. "Se dedican a mucha publicidad y propaganda con el Dillo Ti y el escaño ciudadano pero no se les ocurrió preguntar a los vecinos cuál es la mejor forma de pagar sus impuestos", reprochó Coira.

El conservador defendió el anterior calendario fiscal, entre otras razones, porque distancia la fecha en que se abona el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) con el IBI. "Los vecinos planificaban sus vacaciones pensando en que tenían que pagar estos dos impuestos", afirmó.

Una crítica muy similar esbozó el edil del PSOE, José Manuel Dapena, que reprochó al Gobierno haber hecho este adelanto fiscal sin haberlo consensuado con los socialistas en el momento en que ambas formaciones negociaron las nuevas ordenanzas fiscales, en noviembre del pasado año. "Están tomando una decisión unilateral que no genera ningún tipo de alivio fiscal", manifestó Dapena.

Los socialistas también criticaron al Concello por haber hecho el anuncio después de que finalizase el plazo para adherirse al Plan de Pago Personalizado, que permite a los vecinos pagar los impuestos en varios plazos, disfrutando de una bonificación por ello. "Es una medida antisocial, injusta y arbitraria", recriminó. Este aspecto fue uno de los que centró también las críticas de la edil del BNG, Avia Veira, que acusó a la Marea de actuar "sin claridad". "Hubo una falta de previsión o una política mal hecha. Debería rectificar en todo caso", sentenció la nacionalista.

La encargada de salir al paso de estas críticas por parte del Ejecutivo fue la edil de Facenda, Eugenia Vieito, que achacó el adelanto a la necesidad que tiene el Concello de evitar los problemas de tesorería que acostumbra atravesar a mitad del año. Vieito se escudó en los informes de la Tesorería municipal remitidos al equipo entrante en julio de 2015, en los que se aconsejaba un nuevo calendario tributario que evitase que los ingresos por impuestos se concentrasen principalmente al final del ejercicio. "Si este calendario se aplica en ciudades como Lugo, donde gobierna el PSOE, u Ourense, donde gobierna el PP, no entiendo por qué no podría servir para aquí", recriminó Vieito, que acusó al PP de haber tenido conocimiento de esta situación al final del mandato anterior y no haber hecho nada al respecto.

Sobre estos informes del tesorero, el BNG aceptó su existencia pero reprochó que, habiendo tenido acceso a ellos en julio, no se anunciase este adelanto hasta febrero. Los socialistas acusaron al Ejecutivo local de querer mencionar las recomendaciones de la Tesorería e Intervención municipal para "diluir su responsabilidad".