Una de las novedades que incorporará la ordenanza de protección contra incendios es la obligación de contar con una dotación mínima de bomberos en las actividades ocasionales en las que se presuma la existencia un riesgo para los asistentes. Por ello, la normativa aún en fase de elaboración establece que este retén de operarios municipales tendrá que estar presente en los espectáculos públicos o actividades deportivas y recreativas que se realicen en recintos cerrados cuando se prevea que su ocupación supere las 5.000 personas.

En el caso de que estas iniciativas se desarrollen al aire libre, la asistencia estimada que fijará la necesidad de contar con la participación de un equipo de bomberos será de 10.000 personas. A estas actividades se sumarán las que representen una "manifiesta peligrosidad" por el uso de explosivos, fuego, sustancias tóxicas o corrosivas u otro tipo de riesgos. La dotación mínima de bomberos que fija la ordenanza para estas actividades es de un conductor, un mando y tres bomberos, pero por cada 10.000 personas más que acudan a un acontecimiento habrá que sumar un bombero más al retén.

La obligación de la presencia de los bomberos en estos actos podría implicar la necesidad de incrementar las horas extraordinarias que realizan estos funcionarios, pero fuentes municipales descartan que sea así porque estas actuaciones se inscriben en la labor de prevención que realiza el cuerpo, para la que existe una asignación económica establecida.

Durante el año pasado esta actividad experimentó ya un crecimiento muy notable por la participación de los bomberos en numerosas iniciativas de información a la población, a las que en el futuro se sumará la actuación de estos retenes cuando se apruebe la ordenanza.