Representantes de la concesionaria de la fábrica de armas, Hércules de Armamento, y del Ministerio de Defensa se reunieron ayer con el futuro de la fábrica de armas sobre la mesa, después de que el departamento estatal admitiese que la firma adeuda el canon de 250.000 euros que se comprometió a abonar, además de otros problemas como impagos de salarios y a la subcontrata de seguridad. Ni el ministerio ni la firma informaron ayer de lo ocurrido en la reunión.

Hércules, que ganó el concurso en septiembre de 2014, admitió retrasos en las nóminas. Desde finales del año pasado solo puede producir para la industria civil después de que Defensa le prohibiese fabricar armamento por haber prescindido de personal de seguridad. Fue el propio Ministerio el que reconoció el impago del canon, informando de que la empresa no había abonado los 250.000 euros que tenía que haber desembolsado en el mes de noviembre pasado por el alquiler de la instalación.