Los hosteleros de la calle Franja entregaron antes del pasado 15 de diciembre -la mayoría a través de la Asociación Provincial de Hostelería, alguno de manera particular- la documentación necesaria para normalizar las licencias de sus terrazas, ya que la mayoría de las que hay en la ciudad no cumplen los requisitos de la ordenanza municipal que las regula. El Gobierno local iba a comenzar la correcta tramitación por esta calle para extenderla después a otras y en febrero informaba de que los datos recibidos de los empresarios eran satisfactorios y que las licencias iban a ser entregadas "en breve". Pero algunos hosteleros de la Franja están enviando nueva documentación al área de Mobilidade Sostible, según admiten a este periódico.

Con la Semana Santa encima, esta primera etapa de la regularización de terrazas sigue sin dar pasos definitivos, advertía hace pocas semanas el presidente de los hosteleros, Héctor Cañete, y los permisos no se han concedido. El colectivo de la Franja remitió a finales de 2015 su propuesta de mobiliario común con datos sobre el espacio de calle que ocupan sus negocios; unos empresarios ya han comprado mesas y sillas nuevas mientras otros esperan a recibir una respuesta oficial del Concello y solo han pagado por algún elemento. Ahora en cambio hay negocios que han tenido que aportar nueva información sobre determinadas partes de sus terrazas o hacer fotografías de sus instalaciones para enviarlas a los técnicos municipales.

¿Se retrasarán, por tanto, las autorizaciones previstas en la Franja? Los afectados dudan de que puedan darse antes del verano; "si es que se entregan este año", auguran los más pesimistas. El Gobierno local había criticado que el Ejecutivo anterior hubiese dejado sin regularizar las instalaciones: solo hay 30 entre 700 que tienen la licencia en regla. Ayer no informó a este diario sobre el estado del análisis de la documentación enviada por los hosteleros.

La ordenanza obliga a limitar el espacio de las terrazas en calles peatonales en función del ancho de cada vía. También ordena la elección de un mobiliario único del mismo color y sin materiales metálicos, toldos y mamparas. Prohíbe además la exposición en mesas y sillas de publicidad distinta a la del propio establecimiento.