Mes y medio han tardado el Gobierno local y el PSOE en retomar el diálogo bilateral sobre asuntos relacionados con la gestión del Concello. La concejal de Facenda, Eugenia Vieito, y el concejal, José Manuel García, retomaron ayer los contactos después de que el pasado 1 de febrero el PSOE los rompiese por discrepancias en torno a cómo se estaba desarrollando la negociación de los presupuestos de 2016.

El encuentro de ayer, que no estuvo centrado en las cuentas sino en las posibles modificaciones de las ordenanzas fiscales, se mantuvo un día después de que el Ejecutivo anunciase el aplazamiento a 2017 del adelanto en el cobro del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), un gesto reclamado por PP, PSOE y BNG en el último pleno y que los socialistas aplaudieron.

Fuentes municipales destacaron la "cordialidad" de la reunión y se mostraron abiertas a que los socialistas pudiesen añadir algún "matiz" a la decisión, ya firme, de implantar el nuevo calendario fiscal en 2017. El proyecto que manejaba el Gobierno para este año era permitir el pago del IBI entre mayo y septiembre, y no entre el 15 de septiembre y el 5 de diciembre, como se venía haciendo hasta ahora. El PSOE se mostró abierto a negociar un nuevo calendario "que no estrangule las economías familiares".

Gobierno local y socialistas habían pactado cambios en las ordenanzas fiscales a finales de 2015, si bien ambas partes acordaron continuar los contactos en 2016 para consensuar nuevas reformas. En los últimos meses, el PSOE reprochó al Ejecutivo que estas reuniones temáticas no se reiniciasen y que, incluso, se tomasen decisiones, como la del nuevo calendario fiscal, sin contar con ellos. Los socialistas enmarcaban esta actitud en su lista de compromisos incumplidos por parte del Gobierno, la cual, decían, hacía imposible un entendimiento en asuntos como el presupuesto.

Según señalaron fuentes socialistas, el giro de última hora del Gobierno con el IBI no forma parte de ningún acuerdo para lograr el apoyo del PSOE a la cuentas de 2016, pero sí mejora la sintonía al entenderlo como un ejercicio de "lealtad" a los acuerdos.