La crisis de los refugiados que cruzan Europa huyendo de sus países en busca de un nuevo destino fue el motivo por el que el BNG organizó ayer el asentamiento simbólico de un campamento de personas que marchan de sus pueblos en el centro de la ciudad, en la plaza de Azcárraga. Unos 30 militantes y simpatizantes se sumaron a este acto de protesta, en el que la portavoz nacional del Bloque, Ana Pontón, reclamó "un cambio radican en la política internacional".

"Sentimos vergüenza de esta Europa que cierra fronteras ante un drama humanitario y a la que no le importa que haya miles de personas muriendo a sus puertas. Los derechos de la gente y de los pueblos tienen que estar por encima del control del gas y el petróleo", denunció Pontón. El acto se sumó a la retirada de la bandera de la UE del ayuntamiento esta semana, promovida por el BNG.