-¿Cómo se inicia el proceso para la realización de una ITE?

-Todos los edificios que tengan más de 40 años necesitan una inspección, ya que la ITE lo que hace es un control similar a la ITV de los vehículos. Así como la gente sabe cuándo tiene que cambiar el aceite de su coche, en cambio en los edificios nadie se interesa por el estado de la fachada o las cornisas. Eso llevó a los ayuntamientos a intervenir y exigir a los propietarios que hagan una inspección, que puede ser voluntaria u obligatoria. En A Coruña, el Ayuntamiento notifica a los propietarios de los edificios que tienen que hacer una inspección técnica, pero también se puede averiguar si es necesario hacerla a través de la página web municipal. En ese momento, la comunidad de propietarios tiene que contratar a un técnico competente para que haga una inspección visual en elementos estructurales, ornamentales, de estanqueidad, instalaciones?

-¿En qué tipo de elementos se encuentran más problemas habitualmente?

-Los problemas estructurales es bastante difícil que se produzcan a no ser que sean edificios muy viejos y hayan sufrido daños importantes, ya que en más de treinta años de profesión que llevo he visto pocos. Hace poco vi grietas en un edificio de la Ciudad Vieja, pero es porque son edificios de mucha antigüedad, en los que el hormigón no existe. Pero lo que más encontramos son problemas en fachadas, cubiertas, cornisas, balcones? que son elementos que están a la intemperie y que se deterioran por falta de mantenimiento durante años.

-¿Cuál es el paso siguiente que toma el técnico cuando encuentra un defecto?

-La ITE tiene una vigencia de 10 años, por lo que el técnico que la realiza tiene que prever que los elementos que inspecciona se mantengan de forma adecuada durante ese tiempo. Si son problemas cuya solución es urgente hay que advertir a los propietarios de que la inspección va a ser desfavorable y que es necesario actuar. Hay que elaborar un análisis y una memoria o un proyecto, en función de las dimensiones del problema, y a continuación solicitar la licencia de obras. Una vez arreglado el problema, se pasa la ITE. En caso de que los propietarios no quieran hacer las obras antes de pasar la inspección y el resultado sea desfavorable, es el Ayuntamiento quien da la orden, en la que se incluye que un técnico certifique el final de las obras y su buena ejecución. Pero en cualquiera de los casos hay que reparar los elementos dañados, aunque puede ocurrir que los propietarios se nieguen, lo que motiva requerimientos del Ayuntamiento para que cumplan la orden y, si se superan los plazos fijados, puede haber multas. Pero si la comunidad alega que está pidiendo presupuestos o realizando algún trámite para ejecutar las obras, esos plazos se prolongan.

-¿Se encuentran más reticencias para acometer las obras a causa de la crisis?

-No cabe duda de que la crisis hace mella en todo, ya que cuando las obras son de pequeña cuantía no pasa nada, pero cuando se trata de cubiertas o fachadas, en la que el coste para cada vecino es importante, la gente es reacia, aunque sabe que la obra hay que hacerla de todas maneras.

-¿Existe la posibilidad de solicitar ayudas públicas para estas obras?

-Sí que las hay, pero la gente se cree que es el maná. Yo aconsejo que se soliciten las ayudas, pero vienen una vez realizadas las obras, por lo que hay que pagarlas antes de que lleguen. Pero la crisis sí que se nota porque ahora la gente solo repara lo imprescindible y mi experiencia me dice además que los propietarios son reacios a la prevención.

-¿Por qué se produce esta reticencia a la conservación del edificio?

-Los propietarios suelen creer que lo que le afecta del edificio en el que vive es solo de puertas para adentro de su vivienda y que los elementos comunes como fachadas y cubiertas no son de su responsabilidad. Y además la gente tiene pánico a los técnicos y en vez de llamar a uno, que interviene de un modo independiente, lo que hace es recurrir a una empresa constructora, que propone la realización de obras pero sin un criterio técnico, y si lo hay, es de tipo económico en los que los profesionales libres no entramos.

-Pero los propietarios también pueden sospechar que los técnicos estén interesados en promover una obra.

-Eso es lícito. Pero se trata de un tema de confianza, ya que si se le llama es por esa cuestión. Yo diría que lo más aconsejable es recurrir al administrador de la comunidad de propietarios para que proponga la contratación de un profesional. Nosotros cobramos lo mismo por realizar un informe favorable que uno desfavorable y en principio no tenemos nada que ver con las obras. Pero la parte importante es la inspección y mi experiencia me dice que la gente llama a constructoras que levantan terrazas por humedades sin comprobar si es la verdadera causa.

-¿Cree que se rehabilitaría más si las subvenciones fueran mayores?

-Seguramente sí. Pero hay que insistir en que esas ayudas se cobran a posteriori de la obra. Y tanto las de la Xunta como las del Ayuntamiento se agotan en muy breve tiempo porque hay mucha demanda.

-¿Ha cambiado en los últimos años la conciencia sobre la conservación de los edificios?

-Sí, en primer lugar por la propia habitabilidad de los propietarios porque quieren mejorar su vivienda, que además es el bien más preciado. Aunque también un porcentaje de personas a las que hay que llamarles a la puerta diciendo que se les cae el edificio. Pero, en cualquier caso, nadie se anticipa a la llegada de la carta del Concello que exige la realización de la ITE, salvo quien tenga un mayor poder adquisitivo y pueda mejorar el edificio.