Cuentan los que estudiaron en el colegio de A Silva en los 80, que uno de sus entretenimientos favoritos de patio de recreo era "jugar a Felipe". Jugar a Felipe consistía nada más y nada menos que coger a un compañero con dicho nombre, subirlo a hombros de unos cuantos y recorrer el patio una y otra vez con la misma proclama: "Se nota, se siente, Felipe presidente". La política no es ajena a los pequeños, aunque sea de oídas. Cuentan que, recientemente, en un colegio de A Coruña, varios niños llenaron sus libretas de dibujos con trampas para Rajoy. Sin saber mucho quién era, decidieron castigarlo.