Sus instalaciones atesoran algunas de las piezas más valiosas de la historia del audiovisual gallego y puede presumir, a sus 25 años, de una frescura propia de aquellas instituciones que, habiendo alcanzado las metas más importantes que inspiraron su creación, todavía se plantean retos por los que seguir trabajando en aras de una mayor relevancia en su ámbito de actuación.

El Centro Galego de Artes da Imaxe (CGAI) o "la filmoteca de Galicia", como su actual director, Guillermo Escrigas, lo denomina, fue inaugurado el 15 de marzo del año 1991 con la proyección de una copia restaurada del filme Un viaje por Galicia (1929). Para su aniversario, ha programado un conjunto de actividades cuyo pistoletazo de salida fue la presentación, el pasado martes, de tres grabaciones inéditas realizadas por el histórico fotógrafo coruñés Ángel Blanco Villar, en las que se exhiben diferentes momentos de la vida social de la ciudad en la primera mitad del siglo XX.

Desde sus inicios, el CGAI contó con cuatro funciones que justifican la relevancia de su labor en la industria audiovisual y fotográfica autóctona: la recuperación y restauración de obras gallegas, entendiendo esto último como "aquello que se produce en Galicia, lo que se ha hecho en lengua gallega y los trabajos elaborados por gallegos en otras partes del mundo", y su posterior catalogación, custodia y difusión. De la conjunción de estas cuatro premisas derivó una de las metas que el CGAI se había marcado en su nacimiento, como explica su director: "Cuando la filmoteca nació hace 25 años no había ninguna película y actualmente disponemos de más de 3.000 filmes gallegos que abarcan más de un siglo de historia".

El centro, al que "por ley, el cine gallego actual tiene que brindar dos copias de todo lo que se hace", divide su actividad en dos vías: la divulgación del cine y la fotografía, y la localización y restauración de materiales. La primera, se hace efectiva a través de la proyección de versiones originales con subtítulos de cintas no exhibidas en salas comerciales, su oferta de cursos o la edición de libros. La segunda requiere de un extenso proceso de investigación y contacto con diferentes fuentes que puedan proporcionar material inédito, como es el caso de Miss Ledya, primera película de ficción que se conserva en Galicia y que cumple un siglo.

Escrigas afirma que en este cuarto de siglo el CGAI ha favorecido "que en Galicia exista una industria que antes no había", en conjunción con otros organismos como la Escuela de Imagen y Sonido, fraguados para nutrir a esta cinematografía de profesionales especializados en las diferentes disciplinas que conforman la industria audiovisual.

Esta colaboración entre la escuela y el CGAI protagonizará uno de los ciclos programados para los próximos meses con motivo del 25 aniversario. En él, serán exhibidos algunos de los trabajos realizados por alumnos de la escuela en todos estos años.

Mientras conmemora su cuarto de siglo dando rienda suelta a la capacidad programática que lo caracteriza, el CGAI continúa fijándose metas. Entre los objetivos para los próximos años está "seguir recuperando el cine y extender la actividad de la filmoteca a más ciudades gallegas".