Las iglesias de la Orden Tercera y de las Capuchinas fueron ayer el punto de partida para la última de las procesiones de la Semana Santa coruñesa, la de Jesús Resucitado y Nuestra Señora de la Esperanza, en la que se portaron los pasos de ambas imágenes por las calles de la Ciudad Vieja y la Pescadería hasta encontrarse en la plaza de María Pita. Tras esta reunión, ambas comitivas regresaron a sus respectivos templos por el mismo recorrido anterior.