El rectorado había anunciado hasta ahora que la reforma de la residencia del colegio Calvo Sotelo para su conversión en alojamiento universitario comenzaría de forma inmediata para que los estudiantes pudieran entrar durante el próximo curso, aunque ya iniciado. Pero en el informe que se llevará al claustro se señala que los trabajos no comenzarán hasta que se haya puesto en marcha ese año académico y lo justifica por la "necesidad de evaluar y planificar con prudencia y cautela el edificio". El documento recuerda que en febrero la Diputación cedió el edificio a la Universidad y califica estas obras como una de las principales inversiones que se realizarán este año, en el que el "contexto económico" impedirá de nuevo la construcción de nuevas infraestructuras docentes o científicas y obligará también a priorizar las obras menores y el mantenimiento.