El plazo de solicitud de plazas en los centros de Educación Infantil se cerró ayer con un saldo negativo para más de un centenar de alumnos que no podrán ingresar en el centro que sus familias habían elegido como su primera opción para el próximo curso. De los colegios públicos y concertados consultados por este diario y que facilitaron los datos de solicitud, hasta 122 alumnos se quedan fuera de los centros marcados como favoritos. Estos datos no son definitivos, ya que, a pesar de que ayer se cerró el plazo de admisión, quedan todavía por contabilizar las propuestas que las familias hayan enviado por registro y que llegarán a los centros durante esta semana, así como algunos expedientes que pueden haber sido presentados después de la llamada de este diario a los centros.

Esta estadística también puede cambiar dependiendo de los alumnos con necesidades especiales que soliciten plaza, ya que cada una de las clases de 25 niños tiene que reservar tres vacantes para estos estudiantes. En caso de que estas plazas no sean requeridas por ningún alumno pasan, inmediatamente, a ser de uso general.

El hecho de que las vacaciones de Semana Santa coincidiesen con el periodo de solicitud de plaza en los centros de Infantil y con el cierre de los colegios provocó que, ayer, en algunos centros educativos se produjesen grandes colas. Este fenómeno se dio, sobre todo, en los públicos, ya que su servicio de recogida de documentación cerraba a las dos de la tarde, unas horas antes que el de los concertados, que, en algunos casos, estiraron el plazo hasta la bien entrada la tarde.

Algunos portavoces de los centros consultados por este diario aseguraron ayer que ya se esperaban que este curso no fuese bueno para ellos, ya que las escuelas infantiles les habían alertado de la falta de alumnos en su zona de influencia, aunque tienen indicios de que el próximo año será algo mejor. Y es que centros como por ejemplo, el Hogar de Santa Margarita tiene 23 solicitudes menos de las contabilizadas el día de cierre de la matrícula del año pasado, el dato, para entonces, tampoco era definitivo. En este centro se ofertan 75 plazas y, para este próximo curso, hay 50 peticiones mientras que en 2015 la cifra rozaba el lleno, 73.

En el ámbito de los colegios concertados, el que más solicitudes recogió hasta ayer fue el de las Hijas de Jesús que, antes de cerrar la ventanilla de entrega de documentación, ya tenía más de 130 solicitudes sobre la mesa para el centenar de plazas que pone a disposición de las familias cada curso.

El Santa María del Mar sobrepasa las vacantes, aunque la demanda es menor que en el pasado ejercicio, cuando para sus 75 plazas se presentaron 95 solicitudes; para el próximo curso, el contador se paró en 83. Calasancias y Compañía de María consiguieron ayer cubrir todas sus plazas, sin dejar a nadie fuera -a falta de un último recuento que pueda ampliar el número de peticiones-, con 50 y 75 vacantes respectivamente.

Con un saldo negativo echaron ayer el candado los Escolapios, con 56 solicitudes para sus 75 plazas; Dominicos, con 36 peticiones para 50 plazas; Franciscanos, que no pasó de los catorce requerimientos para sus 25 plazas; Karbo, que registró el mismo resultado y Montegrande, que recibió doce solicitudes para su clase de 25 alumnos.

En los colegios públicos que facilitaron datos para la elaboración de esta información, el que más acusó la caída de niños en su barrio con respecto al año pasado fue el Salgado Torres, que de cubrir las 50 plazas que ofertaba en 2015, para el curso que viene cuenta solo, aunque de manera provisional, con 28 candidatos. Le sigue el Wenceslao Fernández Flórez, con una fuga de 16 alumnos. De sus 50 plazas tiene aspirantes para 41, cuando el año pasado se habían quedado fuera siete niños.

El que registra un mayor desfase entre las plazas ofertadas y su demanda es el Ramón de la Sagra, que bajó la persiana ayer con 76 peticiones de plaza para sus 50 vacantes. En el caso del San Francisco Javier se quedan fuera -a falta del dato final- 18 alumnos; una docena en el Sanjurjo de Carricarte y una decena en Zalaeta.

El centro que cerró con un peor resultado de todos los que ofrecieron datos ayer fue el colegio Sagrada Familia, ya que de sus 75 plazas solo quedaron cubiertas 37. En la misma línea funcionó el Salgado Torres, con más de una veintena de vacantes -recibió 28 solicitudes para sus 50 plazas-.

El Eusebio da Guarda, que por su ubicación en la plaza de Pontevedra, es uno de los más solicitados por las familias, cerró la secretaría, un año más, con más solicitudes que plazas. Hasta 83 requerimientos para cubrir 75 asientos en sus tres aulas de Educación Infantil.

El colegio Emilia Pardo Bazán, que atiende las necesidades educativas de Os Rosales, cuenta con 75 plazas después de las protestas de las familias para que sus pequeños pudiesen cursar sus estudios de Infantil en el barrio. El número de solicitudes de este año se incrementó con respecto al anterior, que pasa de 61 a 69 y se acerca al máximo de nuevos alumnos establecido para el centro. En total, al menos siete centros públicos tienen más demanda que vacantes y ocho están en la situación contraria.

Las familias de Novo Mesoiro suelen solicitar plaza en el colegio Manuel Murguía, por lo que sus resultados siempre son más abultados en la demanda que en la oferta. No fue posible conseguir datos este año sobre la matrícula de Infantil. Para paliar esta situación los vecinos han solicitado en varias ocasiones la construcción de un centro educativo en el barrio. El Concello puso a disposición de la Xunta la parcela en la que están instaladas las huertas urbanas para la construcción de este centro y la Consellería de Educación la ha aceptado.