El invierno que se desarrolló entre los años 2013 y 2014 fue especialmente pródigo en temporales en A Coruña, como bien pudieron comprobar sus habitantes, ya que a lo largo de esa estación se sucedieron los episodios de fuertes vientos y marejadas. Pero a este fenómeno inusual se sumó otro que dejó perplejos a los técnicos de MeteoGalicia, ya que en su estación de calidad del aire situada en As Lagoas, dentro del instituto Ánxel Casal, ya que a lo largo de cuatro meses se registraron 37 casos en los que se superó el nivel máximo permitido de presencia en la atmósfera de partículas menores de 10 micras, conocidas como PM10.

El hecho de que estas concentraciones no se produjesen en las otras dos estaciones del organismo autonómico en la ciudad, ubicadas en Peruleiro y en A Grela, movió a sus responsables a iniciar una investigación que obtuvo una conclusión más que curiosa: el origen de esta contaminación es natural y se debe al llamado aerosol marino, el agua transportada por el viento durante los periodos de fuerte oleaje, que contiene altos porcentajes de sal marina. El último caso se dio este lunes, cuando MeteoGalicia detectó un índice elevado de esta contaminación natural, en coincidencia con el temporal y el fuerte oleaje.

Pero para llegar a este resultado, los técnicos analizaron todas las variables posibles y descartaron la procedencia de las partículas de fuentes industriales o del tráfico, al tiempo que examinaron los equipos de control para verificar su funcionamiento de forma correcta. La investigación constató que la concentración de PM10 es mucho más elevada en otoño y en invierno en las tres estaciones de la ciudad, pero mucho más en la de As Lagoas, ya que está muy próxima al mar.

Otro dato destacable es que la acumulación de partículas es mayor con vientos del Noroeste en primavera y en invierno, especialmente con olas de más de 3 metros de altura y vientos de componente Oeste. Los investigadores también apreciaron que en los mismos filtros que registraron la concentración de PM10 se produjo un aumento de la presencia de concentración de sodio, presente en al agua del mar.

Las comprobaciones realizadas revelaron además que la sal marina suponía el 19% de las partículas menores de 10 micras en la estación de Peruleiro, el 19,7% en la de A Grela y del 48,5% en As Lagoas, por lo que en esta última esta sustancia representaba casi la mitad del material presente en el aire. Los técnicos corroboraron también que cuando dejaron de producirse situaciones de fuerte oleaje la concentración de PM10 regresó a sus niveles normales y constataron que el aumento de la sal marina en el aire "no parece tener relación con la velocidad del viento pero sí con la altura de las olas", ya que los días con olas de más de 4 metros registraron concentraciones de al menos el 45%.