Los ocho vecinos de un edificio de Mesoiro Vello que ejercieron como presidentes y vicepresidentes de la comunidad entre septiembre de 2003 y mayo de 2009 fueron condenados por piratear la señal de Canal Plus para que todos los 31 residentes en el inmueble tuviesen acceso a los contenidos. Los imputados reconocieron los hechos y aceptaron ser castigados por cometer un delito contra la propiedad intelectual a pagar una multa de 540 euros y a indemnizar a la empresa con 1.500 euros cada uno.

Los dos responsables de la comunidad del edificio acordaron con una vecina en 2003 que se diese de alta en Canal Plus como abonada individual del canal más deportes. Una vez que la compañía le entregó el descodificador y su tarjeta para poder acceder a los servicios contratados, el presidente y el vicepresidente lo instalaron en una dependencia situada en la tercera planta del edificio, a la que identificaron como "cuarto de telecomunicaciones".