El acuerdo alcanzado el pasado miércoles por el Gobierno local con Puertos del Estado y la Autoridad Portuaria establece la apertura de una negociación sobre la adquisición o cesión por el Concello de los muelles urbanos que queden sin actividad por la puesta en funcionamiento de la dársena exterior. El alcalde, Xulio Ferreiro, manifestó ayer que el Ayuntamiento "tiene disposición para adquirir esos terrenos o parte de los mismos", aunque matizó que esa operación sería la consecuencia de un "marco amplio de negociación" sobre la "fórmula correcta de adquisición", ya que entre las vías posibles para obtener los muelles estaría también la cesión.

La negociación se desarrollará en el seno de la comisión de seguimiento de los convenios firmados en 2004 para la financiación del puerto exterior, de la que forman parte el Concello, la Autoridad Portuaria, la Xunta, el Ministerio de Fomento, Puertos del Estado y Adif, ya que la estación del ferrocarril de San Diego también forma parte de los terrenos que quedarán en desuso.

Para el alcalde, esa comisión es el "mejor escenario" para la negociación, en la que pretende que se aborde el futuro de todos los terrenos del puerto que quedarán libres, puesto que las conversaciones no se limitarán a solo los que estarán disponibles de un modo más inmediato, como los muelles de la Batería y Calvo Sotelo. A estos dos deben sumarse los de San Diego y los petroleros, así como la terminal ferroviaria de mercancías.

También puso de relieve el alcalde que, frente a la pretensión de la Autoridad Portuaria de vender cuanto antes el complejo deportivo La Solana y el hotel Finisterre, esta iniciativa será "una de las cuestiones a discutir en la reunión". El objetivo del Gobierno local es que los terrenos que pasen a manos municipales tengan un uso público, aunque por el momento no existen planes concretos para ellos, según explicó Ferreiro.

La decisión del Gobierno local de optar por esta vía para obtener los terrenos del puerto está justificada por el "evidente problema de financiación" que padece la Autoridad Portuaria a causa de la construcción del puerto exterior. Esta situación financiera, que ha generado pérdidas al organismo portuario coruñés en los dos últimos años y que se agravará en los próximos ejercicios ante la obligación de devolver los créditos solicitados, es la que ha servido de argumento a su máximo responsable, Enrique Losada, para oponerse hasta ahora a renunciar a la venta de los muelles.

La presencia del presidente del organismo Puertos del Estado, José Llorca, en la reunión del pasado miércoles parece haber tenido un papel decisivo en la obtención de un resultado positivo y del cambio de actitud de los responsables portuarios. El mismo Xulio Ferreiro dio a entender la importancia de este factor al afirmar ayer que cuando existe un "interlocutor dispuesto" su gobierno "siempre llega a acuerdos".

Conflictos

También destacó el alcalde la trascendencia del encuentro para desbloquear otros asuntos que habían generado conflictos entre el Concello y la Autoridad Portuaria, como la legalización de las obras de la Marina, de la que dijo que será iniciada por la administración municipal en los próximos días, así como el traspaso de los terrenos de esta misma zona que aún son gestionados por el Puerto, que serán solicitados de inmediato y cuya cesión confía en que se produzca en breve tiempo.

La llegada de Marea Atlántica a la Alcaldía supuso el inicio de un enfrentamiento continuo entre el Gobierno local y la Autoridad Portuaria, ya que esta última institución tuvo un papel destacado en las actuaciones llevadas a cabo en la ciudad durante el mandato del Partido Popular, como la urbanización de la Marina y O Parrote, así como la construcción de los túneles que discurren bajo esa superficie. A esto se añadió también el futuro de los muelles urbanos que se liberen, que también generó discrepancias entre ambas partes, a las que el acuerdo alcanzado el miércoles parece haber puesto freno por el momento.