Las modificaciones del presupuesto impuestas por el PP y el PSOE al Gobierno local de Marea Atlántica recortan gastos para aumentar otros, en lo que se centró la negociación entre partidos los últimos meses. Pero también revisan un apéndice fundamental del presupuesto por el que hasta ahora, tras años de mandatos con mayoría absoluta, los grupos políticos pasaban por alto: las bases de ejecución del presupuesto, es decir las reglas para poder gestionar los 244,5 millones de euros que manejará el Ayuntamiento este año.

Con el foco puesto sobre las inversiones, solo el Partido Popular se fijó en las bases de ejecución. Hasta ayer no se había referido a ellas, pero, una hora antes del pleno, los populares incluyeron en sus enmiendas cambios que restan autonomía al Gobierno local para reducir los convenios con entidades o para transferir dinero de unos capítulos del presupuesto a otros. Son enmiendas que, en el primer caso, no ponían en práctica cuando gobernaban.

El PP, con el apoyo del PSOE, añadió a las reglas de juego del presupuesto la coletilla de que "corresponde al pleno, a propuesta de Alcaldía, autorizar cualquier transferencia de crédito que suponga una modificación del anexo de subvenciones nominativas". En el proyecto de presupuesto de Marea, esta competencia correspondía directamente al alcalde.

Esta estrategia de los populares se combina con otra enmienda aprobada de común acuerdo con los socialistas, la que obliga al Gobierno de Marea a garantizar la misma subvención de 2014 a las entidades sociales, deportivas, culturales y comerciales a las que se la había retirado o reducido este año.

En la práctica, el Partido Popular busca blindar estos convenios nominativos -subvenciones concedidas discrecionalmente y sin concurso- con las cantidades impuestas al Gobierno local, sin darle posibilidad a que el alcalde las pueda rebajar. Cualquier reducción en estos convenios, de aprobarse así el presupuesto de manera definitiva, deberá estar validado por el pleno, en el que Marea Atlántica carece de mayoría absoluta.

En su proyecto, el Ejecutivo concedía al pleno de la Corporación la competencia sobre el aumento del importe de las ayudas ya previstas y sobre la concesión de nuevas. E incluía la posibilidad de que, si no se concedían total o parcialmente estas subvenciones, el crédito sirviera para financiar otras modificaciones del presupuesto.

Los populares, cuya portavoz, Rosa Gallego, comandó la elaboración de los cuatro presupuestos municipales de Carlos Negreira, también lograron borrar de las bases de ejecución esos dos preceptos de Marea Atlántica. Al igual que retiraron del documento aprobado inicialmente la competencia del alcalde para autorizar transferencias de dinero de unos capítulos a otros del presupuesto, por ejemplo de inversiones en obras a gastos corrientes del Ayuntamiento. Esta competencia se devuelve al pleno, como en los últimos años, aunque ahora tenga mayor trascendencia política al no gozar el Gobierno local de mayoría absoluta en la Corporación.

Otro competencia que gana el pleno con las enmiendas del PP es la potestad para decidir sobre el incremento de las retribuciones del personal eventual del Ayuntamiento recogido en los Presupuestos Generales del Estado para los trabajadores del sector público. El Ejecutivo municipal proyectaba que fuese la Junta de Gobierno Local, en la que por primera vez la oposición está presente aunque sin voto, la que decidiera sobre un aspecto que afecta a los asesores de los cuatro grupos políticos.

Las enmiendas que PP y PSOE sacaron adelante redistribuyen, además, 4,2 millones de euros consignados a fines diferentes de los previstos por Marea -3,2 millones propuestos por los socialistas y uno, por los populares- (ver relación en esta página). También se concreta, a propuesta del PSOE, el destino de partidas por importe de 7,8 millones que antes figuraban recogidas con categoría genérica.