Una mujer aceptó ser condenada a 60 días de trabajos en beneficio de la comunidad por agredir a su marido, con el que estaba en proceso de divorcio, en enero de 2012. La imputada reconoció que se hizo pasar por otra persona para conseguir que le abriese la puerta de su piso, situada en El Ensanche. En cuanto la abrió, le arrojó un teléfono, que le alcanzó el brazo derecho. En ese instante salió la dueña de la vivienda, quien le pidió que se fuese, pero la acusada se abalanzó sobre su esposo, a quien agredió y agarró por la cazadora para intentar tirarlo por las escaleras. La prenda de ropa se desgarró, por lo que fue condenada a indemnizarlo con 36 euros, que era su valor. La procesada se fue cuando se percató de que la propietaria de la casa llamaba a la policía. Además de 60 días de trabajos para la comunidad, el juez le impuso la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima y de comunicarse con ella durante dos años.