La avenida General Sanjurjo y la calle Teniente General Gómez Zamalloa forman parte desde ayer del baúl de la historia. Su nuevo denominación luce ya en las placas como avenida de Oza y Costa da Unión, respectivamente, cumpliendo así con los acuerdos municipales de 2009 y con la Ley de Memoria Histórica, que pretende desterrar del callejero los nombres que exalten a personas o hechos vinculados al golpe militar de 1936.

Estos cambios siguen la estela de otras calles que fueron modificadas, como la avenida de los Caídos, ahora de la Concordia, o la calle Juan Canalejo, que recuperó el nombre de del Socorro. El 14 de abril se realizará el último cambio, pasando de calle División Azul a Antón Villar Ponte.