Fuera vallas de la MarinaMarina, un nuevo futuro para la zona. Hosteleros y comerciantes del entorno miran con esperanza esta nueva etapa, con la disminución de coches en superficie y más espacio para que los peatones caminen y entren en sus locales. Al tiempo que comienza esta etapa, tienen planes y demandas. Los negocios de hostelería preparan conjuntamente un programa de actividades que dinamicen la zona. Los vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja quieren que la reforma no tenga "medias tintas" y que el Concello les informe de cuándo y cómo se abordará la peatonalización del casco histórico.

"Estamos encantados, con una sonrisa de oreja a oreja, hace ya dos años desde que empezaron las obras y teníamos muchas ganas", celebra el portavoz de los hosteleros de la Marina, Antonio Sáez. El empresario espera a corto plazo que la zona se convierta en un verdadero "espacio de convivencia" con la regulación del tráfico. "Hoy los coches aún mantenían la velocidad", observa.

En todo este tiempo, la asociación, que se creó hace poco más de un año, ha ido diseñando una serie de actividades con las que quieren dinamizar esta zona "de lujo" que, afirma, han sido aceptadas en su totalidad hasta el momento por los responsables municipales. Música, ofertas para niños, iniciativas culturales... son algunas de las ideas que quieren desarrollar y que presentarán públicamente en breve. Están pendientes del desarrollo del plan de terrazas del Concello para completar la unificación estética de sus instalaciones.

Los vecinos y comerciantes de la Ciudad Vieja, por su parte, mantuvieron ayer un encuentro abierto con el concejal de Mobilidade Sostible, Daniel Grandío, para tratar los cambios de circulación en el lugar: quién podrá conducir y quién no, la mini rotonda que se habilitará a la altura de Correos y las posibilidades para los residentes mini rotondaCorreos residentes.

Los asistentes al encuentro preguntaron a los representantes municipales por los planes para la peatonalización, puesto que han aguardado a que se pusieran en marcha todos los tramos del túnel para abordar la liberación de la Ciudad Vieja de automóviles.

En este sentido, el presidente de los comerciantes del barrio histórico, Adolfo López, instó al Gobierno municipal a no hacer las cosas "a medias tintas" y a ir "hasta el final", puesto que cree que en el encuentro de anoche, en el que estuvo presente, no aclararon debidamente el proyecto para hacerlo realidad, como le demandaron varios residentes.

Recuerda que el proceso de peatonalización nunca fue iniciado por ninguno de los gobiernos municipales anteriores y espera que el actual no se sume a esta lista negativa. La restricción total del tráfico, explicó el edil, necesita la instalación de lectores de matrículas, para poder penalizar a los conductores que accedan a la Ciudad Alta sin autorización.

Como portavoz de los comerciantes del casco histórico, López valora que se recupere espacio para "pasear, caminar", puesto que al final es lo que favorece que los ciudadanos y visitantes entren en sus establecimientos. "Toda la actividad comercial del centro de la ciudad necesita eso, todas las asociaciones del centro lo intentamos, con cosas como los tiques de parking", indica el empresario, que ve positivo que a partir de ahora se emprendan acciones encaminadas a atraer a peatones-clientes al núcleo urbano frente a los centros comerciales periféricos.