Un ciudadano se acercó el sábado por la tarde a hacer una consulta a uno de los policías locales destinados a controlar el paso de vehículos en La Marina. En ese momento apareció un coche circulando a velocidad excesiva para la zona y, a pesar de las indicaciones que el agente le hacía con la mano, no se detuvo hasta estar prácticamente encima de él, por lo que el agente hasta tuvo que apartarse. La conductora ni se inmutó luego ante la reprimenda del policía.