Las tres fases en que el Gobierno local prevé licitar de nuevo la urbanización ya empezada del parque ofimático después de haber anulado la semana pasada el contrato del proyecto inicial que había sido adjudicado a Acciona anulado contrato Acciona podrían ser finalmente dos. La reducción del proceso la plantearon ayer los promotores inmobiliarios agrupados en la Asociación Ofimático 2010 tras una reunión con el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, en la que defendieron que la culminación de la obra de urbanización se lleve a cabo en menos tiempo y satisfaga tanto a los cooperativistas que ya construyen sus viviendas como a los propietarios de parcelas. Según Juan José Yáñez, portavoz de los promotores, que admiten que salieron del encuentro "moderadamente satisfechos", el Gobierno local se mostró "receptivo" a la propuesta.

El Concello y la asociación coinciden en que los siguientes pasos a seguir son la liquidación del contrato con Acciona, que anuló una sentencia de un juzgado coruñés en 2014 y ratificó el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia en 2015 por la irregular licitación conjunta del diseño y del aparcamiento del polígono, y la redacción de un nuevo proyecto de urbanización de las partes que faltan por terminar; a continuación se contratarían los trabajos.

El Gobierno local, según apuntó Varela la semana pasada, preveía en un principio licitar primero "los trabajos imprescindibles para rematar la conexión del sector con el entorno" y la instalación del suministro eléctrico. La segunda fase comprendería obras menores relacionadas con el mobiliario urbano y las zonas verdes del polígono. La última licitación afectaría a un vial que el Gobierno de Marea pretende eliminar y a los núcleos de Eirís de Abaixo y San Vicente de Elviña.

Los promotores entienden que la tramitación por separado de las dos primeras fases genera "dudas jurídicas", por lo que son partidarios de licitarlas al mismo tiempo y dejar para una gestión posterior el aspecto "gordo", lo que alude a la pasarela para vehículos que cruzaría la avenida Alfonso Molina y los núcleos que podrían quedarse fuera del sector, lo que conllevaría respectivas modificaciones en el planeamiento urbanístico.

"Hay voluntad real por las dos partes de agilizar lo máximo el desarrollo de las obras", comenta Yáñez, aunque ni el Ayuntamiento ni los promotores se atrevieron a hablar de plazos.