La Xunta ha iniciado el expediente para declarar el mural de Lugrís de la calle Real Bien de Interés Cultural y estudiará si es posible trasladarlo para su conservación. Sin embargo, este primer paso de la Dirección Xeral de Patrimonio, que responde la petición del colectivo O Mural, no es garantía de que la pintura en el antiguo café Vecchio acabe con el mayor nivel de protección autonómico. Hay 20 meses para resolver el trámite antes de que caduque por silencio administrativo. Varios expedientes se quedaron por el camino de esta forma. En A Coruña y en el resto de la comunidad. El último BIC coruñés es el castro de Elviña, al que se le concedió la categoría en 1999. No cuajaron los últimos intentos para los jardines de Méndez Núñez y las galerías de la Marina.

ELos últimos años. El título de BIC impone controles sobre cualquier actuación que se haga en el patrimonio así declarado y en su entorno. En los últimos años, Patrimonio no ha otorgado más de dos BIC por ejercicio. En 2012, lo consiguieron el Camino Francés y el pazo de Fefiñáns de Cambados; en 2013, un conjunto de cuarenta petroglifos en Mondariz y un castro en Cangas; en 2014, únicamente la fábrica de Sargadelos de Cervo. El pasado año, en un trámite resuelto con una celeridad diferente a la de otros bienes, la Xunta blindaba los fondos documentales y artísticos de Abanca y la Afundación. Más intenso fue 2011, en el que la Xunta salvaguardaba el valor de 33 yacimientos megalíticos por toda Galicia, además del conjunto histórico de Ferrol Vello, el santuario de la Peregrina de Pontevedra y la obra de Castelao.

ESolicitudes antediluvianas. ¿Qué peticiones desde A Coruña acabaron caducadas en un cajón? Hay casos que vienen de hace tres décadas. Como el pazo de San José, una casona tradicional con un crucero destacado encajonada en la frontera de la refinería y muy próxima a los depósitos de CHL. En 1980, cuando la competencia en Patrimonio todavía era estatal, se incoó el expediente para declararlo BIC. Al traspasarse a la Xunta, se reactivó en 1996, Nunca se llegó a cerrar. La Consellería de Cultura confirmó a este periódico que había expirado. Sí está protegido en el plan general, por mandato precisamente de la Xunta, al detectar esta carencia en el nuevo ordenamiento municipal.

El mismo destino que el pazo, prácticamente en las mismas fechas y también confirmado por el Gobierno gallego, sufrió el expediente del cementerio de San Amaro, ahora miembro de la red europea de Cementerios Significativos. A estos procesos que no se finalizaron dentro el plazo legal, se suman otros casos de la comarca: el Pasatiempo de Betanzos, solicitado en 1981; y la Terraza de Sada, que espera desde 1975.

ELos jardines y las galerías. Más recientes en A Coruña son dos expedientes que quedaron en el olvido. El primero, los jardines de Méndez Núñez. Su declaración como Bien de Interés Cultural se propuso en 2007 para combatir el botellón, trasladado al parque del Relleno después de vaciar otros lugares frecuentados por los jóvenes como la plaza del Humor o Azcárraga. En 2010, como líder de la oposición, Carlos Negreira, visitaba la zona para anunciar que, gracias a su gestión, se había incoado el expediente, pero no trascendió ninguna gestión más. Incluso la Xunta aseguró que no había trámites en marcha. Finalmente, en junio de 2014, admite que renuncia a protegerlos al entender que su situación en el entorno del conjunto histórico es suficiente.

El Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la Ciudad Vieja (Pepri) los excluye. Este documento aprobado en enero del pasado año, propone extender el área histórica declarada BIC hasta rúa Nova y A Maestranza. No están dentro de esta futura ampliación -no se ha solicitado todavía- los jardines, ubicados en el entorno del espacio transformado con el soterramiento del tráfico de la Marina y el Parrote y próximos al primer tramo del puerto que en teoría se abrirá al mar con el traslado de la actividad a Langosteira.

La Xunta dijo también no a abrir el expediente de declaración de BIC para las galerías de la Marina, a petición del ex vicerrector de Infraestructuras de la Universidad, Xosé Lois Martínez, máximo experto en la fachada acristalada, símbolo de la ciudad. El informe previo redactado por el arquitecto fue enviado en 2008 a la Consellería de Cultura, con un ámbito de protección desde el Parrote hasta el muelle de Trasantlánticos. Se perdió en los despachos.

EEl mural de Lugrís. La Asociación cultural O Mural pone sus esperanzas en esta declaración BIC para frenar el deterioro detectado en el mural de Urbano Lugrís en la calle Real. La Dirección Xeral de Patrimonio dio el primer paso, a finales del mes pasado. El expediente debe resolverse en un plazo de 20 meses. En la resolución se menciona la posibilidad de que el mural sea trasladado a un lugar en el que se conserve de forma adecuada, aunque también se advierte de que tendría que emplazarse en la misma zona de la ciudad en la que se encuentra actualmente.