La banda gallega Triángulo de Amor Bizarro acaba de publicar su cuarto disco, Salve Discordia, compuesto por once temas en los que su característico sonido rockero se mezcla con influencias procedentes de diferentes estilos musicales. El grupo presentará su nuevo trabajo en un concierto mañana en el Playa Club a partir de las 23.00 horas.

-¿Supone Salve Discordia su trabajo más contundente?

-Es el último paso que necesitábamos dar. Lo que tiene es que lo hicimos de una forma diferente, tuvimos especial cuidado en que las canciones quedaran lo más directas posible. En este álbum quisimos llegar a la forma final de cada tema, dedicando más tiempo a colocar cada instrumento en la grabación. Tuvimos la suerte de poder dedicar más tiempo a la grabación en estudio. Aquí usamos una intensidad un poco más controlada y más premeditada.

-¿Disponer de más tiempo hizo que se desviaran de lo que se habían planteado al principio?

-No, básicamente porque no teníamos pensado nada, como siempre. Las cosas van saliendo a base de crear un ambiente durante muchas horas de ensayo. Nunca sabemos dónde vamos a terminar cuando empezamos, eso es algo que nos sucede desde el primer disco, y realmente es lo que más nos gusta de dedicarnos a esto: la búsqueda continua, el poder crear y encontrar cosas que antes no conocíamos.

-Este disco contiene crítica social en temas como Euromaquia o Gallo negro se levanta. ¿Siguen viendo la música como un canal para hacer reivindicaciones?

-Son reivindicaciones más personales que sociales. La música la utilizamos para liberar ideas, canalizar toda nuestra energía y también nuestro encabronamiento, que evidentemente es mucho tal y como está la sociedad, y eso acaba reflejándose en las canciones.

-¿Han cambiado las influencias de la banda en estos más de diez años de trayectoria?

-No, una de las cosas por las que nos unimos en grupo era porque escuchábamos mucha música, y ya teníamos claro lo que nos gustaba y lo que no. Lo que sí, es que de repente vas descubriendo nuevas cosas y escuchando música a la que antes no le prestabas tanta atención y que pueden aportar frescura e ideas, pero lo que nos gustaba nos sigue gustando. En este disco sí se nota que utilizamos otro tipo de influencias además de las que teníamos, nos atrevemos con cosas que antes no usábamos, pero no quiere decir que no nos gustaran.

-Afirmó que aprendían más del público en conciertos en pequeñas salas que en cualquier ensayo largo.

-Para nosotros la música es una filosofía de vida, y cuando vas a tocar algunas canciones, lo haces para disfrutar y estar en comunión con gente con la que conectas y quieres pasar un buen rato. En un local de ensayo se pueden hacer muchas cosas, pero hasta que no tocas una canción en directo no se produce esa retroalimentación necesaria con el público.

-¿Son los directos el futuro de la música?

-Es complicado, ahora mismo hay que ser muy atrevido para saber qué es lo que va a pasar, porque estamos en una época de caos de la que parte la esencia de nuestro último disco. La caída en las ventas de álbumes en formato físico se está recuperando en otros países con la adquisición de música a través de Internet, y falta que esta dinámica se extienda también por España.

-El indie nació como una denominación que alejaba a las bandas de los cánones comerciales. ¿Esta etiqueta ha perdido su esencia en los últimos años?

-El estilo independiente, tal y como lo entendía cuando empezábamos, expresaba la libertad de hacer lo que te diera la gana sin depender del estilo que fuera. Ahora se ha convertido en un estilo, hay unos patrones más marcados, y creo que actualmente a nuestro grupo no lo define mucho ese movimiento.