Ni lago ni playa ni entorno. En cuanto aparecieron las aves rapaces ellas se convirtieron en las protagonistas del acto de ayer, que era la visita al proyecto de restauración del hueco de la antigua mina de Meirama. Todos se hicieron fotos (sin flash para no molestarlas) con Duque el búho real e Imperial el águila americana del equipo de cetrería que se encarga de mantener a las gaviotas alejadas de esta zona, ante las pocas ocasiones para ver tan de cerca a estos hermosos ejemplares.

"Tenemos en total seis aves y cada día traemos tres. Un día hacen vuelo de trabajo y otro de relax. El búho es más bien para asustar. El objetivo es ahuyentar a las gaviotas", explica Manuel Calvo, de la empresa de cetrería Spartana Control Service de Santa Comba que trabaja en este entorno de Meirama por encargo de Gas Natural-Fenosa junto con Daniel Suárez y que posee también azores, halcones y otros tipos de águilas.

La conselleira de Medio Ambiente preguntó cómo diferenciaban las aves cuándo era vuelo de trabajo y cuándo de relax. "Están entrenadas para distinguirlo", apuntó Manuel Calvo. La empresa está especializada en exhibiciones y actividades de control de fauna y han trabajado en vídeos e incluso en alguna película.