Los bitcoins estarán a partir de esta semana más cerca de los coruñeses. La moneda virtual contará desde el jueves con su primer cajero de Galicia, que instalará la empresa ATMs Bitcoins Exchange en el centro comercial Marineda City.

La divisa, diseñada para internet y que funciona de manera descentralizada al no contar con el control de ningún banco central, ha expandido su uso en los últimos años por todo el mundo, especialmente en Estados Unidos. En Europa cada vez más empresas aceptan su uso como unidad de intercambio, incluidos los taxis de la capital de Hungría, Budapest.

Pero ¿cómo funciona el Bitcoin? El valor de esta moneda se basa en un algoritmo criptográfico diseñado en 2008 por Satoshi Nakamoto -un pseudónimo bajo el que se oculta uno o varios programadores- de manera que la confianza está depositada en las matemáticas y la comunicación en red antes que en ninguna institución gubernamental.

Para acceder a esta moneda uno puede hacerlo a través de las diferentes casas de intercambio que existen en internet, como quien compra oro a cambio de euros; aceptando bitcoins como divisa para cobrar ciertos servicios; o minando, es decir, poniendo a disposición del sistema monetario virtual determinados recursos de tu ordenador de forma que se ayude a sostener la comunidad.

Así, desde cajeros como el que se instalará este jueves de Marineda City los usuarios que ya cuenten con una cartera digital de Bitcoin podrán retirar dinero de su cuenta en forma de euros o ingresar dinero en euros para convertirlo en la moneda virtual.

La ausencia de regulación estatal y la enorme volatilidad de esta moneda en comparación con las principales divisas de curso legal, sin embargo, es uno de los mayores riesgos de los que advierten la Autoridad Bancaria Europea o entidades como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).

Para hacerse una idea, el valor de esta moneda en 2013 valía un par de euros, en diciembre de 2013 superó los 800 euros y en el momento de publicar este artículo se mueve en torno a los 410. Varios estudios recientes apuntan a que el mantenimiento de este "milagro criptográfico", tal y como lo definió el Financial Times, podría requerir en cuestión de años tanta electricidad como consume hoy en día el conjunto de Dinamarca.