Un padre y su hija se sentarán la próxima semana en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial por vender hachís y cocaína a consumidores, entre ellos menores, en la vivienda de la ciudad en la que residían. La Fiscalía reclama que el procesado, al que los agentes le incautaron dos escopetas, una pistola y munición, sea condenado a ocho años de cárcel -seis por el delito contra la salud pública y dos por tenencia ilícita de armas- y al abono de 1.896 euros. Para la imputada, el fiscal demanda una pena de tres años y siete meses de prisión y el pago de una multa de 1.896 euros. La unidad antidrogas de la Policía Nacional realizó vigilancias en la vivienda y comprobó que vendieron droga, al menos, entre abril y mayo de 2015.