El Concello ha apercibido a la Xunta por no haber ejecutado las obras de reforma en el edificio del antiguo colegio Santiago Apóstol que le había requerido el año pasado. La Concejalía de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda alerta a la Consellería de Política Social que, como propietaria del inmueble, se le impondrán multas de hasta 10.000 euros "reiterables trimestralmente" si no acomete las reformas solicitadas. La Xunta no ofreció ayer explicaciones sobre qué hará ante este apercibimiento.

En el informe, el área de Rexeneración Urbana requiere que la Xunta adopte las medidas de seguridad necesarias para "evitar la caída de los elementos sueltos en fachada, cubierta y acabados exteriores" y hace especial hincapié en las barandillas de los balcones. Para la realización de estos trabajos le pone un plazo de diez días.

El Concello también solicita a la Consellería de Política Social que presente un informe técnico en el que se recojan "las patologías y desperfectos existentes en el inmueble" así como una propuesta para atajar esos problemas. Para este trámite, el Ayuntamiento establece un plazo de dos meses. El Concello pretende que, con estas obras, se restablezcan "las condiciones de seguridad, salubridad y ornato público". Este informe deja abierta la posibilidad también a que la Administración local ejecute las obras de manera subsidiaria -con cargo a las arcas autonómicas- para reponer la seguridad en el inmueble.

Este informe del Concello, con fecha del 25 de abril de este año, parte de una denuncia que la Federación de Servizos Públicos de UGT presentó en enero de 2015 solicitando una inspección urbanística en los edificios del antiguo Santiago Apóstol, en As Xubias, en especial en el pabellón en el que se ubicaba la antigua residencia. El Concello abrió a la Xunta un expediente el 1 de abril y, posteriormente, el 21 de mayo de 2015, le requirió que solucionase las deficiencias registradas. Las mismas que ahora le pide que solvente.

UGT denuncia "la pasividad de la Xunta" por el "incumplimiento de la legalidad urbanística" y también por la "falta de interés en reparar los accesos al complejo" que da acceso al Centro Asistencial de Personas Discapacitadas (C.A.P.D.), a la sede de la Asociación de Daño Cerebral (Adaceco) y al Centro de Educación Especial María Mariño.

En noviembre de 2014, se produjo el derrumbe de un tramo de veinte metros de muro de la rampa de acceso a las instalaciones debido a las filtraciones y humedades causadas por las lluvias registradas aquel invierno. Para entonces, sobre ese acceso pesaba ya un requerimiento del Servizo de Prevención de Riscos de la Xunta que había pedido en enero que se acometiesen reformas en este tramo en un plazo de seis meses. Las obras no se llegaron a realizar nunca. UGT denuncia que, ni antes ni después del derrumbe se mejoró la seguridad en la zona.

En septiembre del año pasado, la entonces Consellería de Traballo e Benestar -ahora se llama Política Social- informó al Concello de su intención de demoler el pabellón más dañado del complejo, el del Santiago Apóstol, que está en desuso. En febrero de 2016, el conselleiro de Política Social, José Manuel Rey Varela, anunció, en una visita a una parte de las instalaciones, una inversión de 400.000 euros para mejorar la accesibilidad del centro.

UGT se queja de que tanto los trabajadores como los usuarios acceden al complejo "por un camino vecinal sin aceras y con una pendiente muy pronunciada", algo que consideran "totalmente inadecuado" para "las personas con graves problemas de movilidad" que acuden a diario a las instalaciones de As Xubias.