Un padre y su hijo fueron condenados por perseguir y golpear un autobús en el que viajaban niños y causarle daños. Los procesados, según consta en la sentencia, "asustaron" a los escolares, quienes tuvieron que ser calmados por la cuidadora que iba en el autocar, que cuando sucedieron los hechos circulaba por las inmediaciones de la Urbanización Os Regos, en dirección a Santa Cruz. Uno de los imputados, de 18 años, pilotaba una motocicleta, mientras que su padre, de 48 años, conducía un automóvil. Sobre las 17.40 horas del 30 de noviembre de 2010 surgieron "desavenencias" con el conductor del autobús escolar.

Cada uno de los sospechosos fue sentenciado a pagar una multa de 900 euros por cometer un delito de daños. Además, ambos deberán indemnizar a la compañía propietaria del autocar con 948 euros, que es el valor en el que fueron tasados los daños que le ocasionaron.

El magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña relata en la sentencia que la versión de los denunciantes es "más clara y creíble" que la de los condenados. Así, testificaron durante la vista oral que el adolescente inició solo la persecución y, tras detenerse en una rotonda y llamar a sus padres, ellos también se sumaron a ir detrás del autobús. El propio acusado reconoció que se cruzó "hasta en cuatro ocasiones" delante del autocar aunque negó haberlo golpeado. Su única intención, según señaló, era "pedir explicaciones y palmear en la puerta" para que el conductor abriese.

"El vehículo presenta daños que solo pueden producirse mediante golpes directos", recalca el juez, quien sostiene que no solo se ocasionaron "por unos adelantamientos", tal y como defendieron los acusados. "Uno de los imputados valiéndose de un casco y, el otro, a base de patadas y puñetazos, propinaron al autobús diversos golpes, ocasionando desperfectos que fueron valorados en 948 euros", destaca el titular del Juzgado de lo Penal número 2 de A Coruña en el fallo.

El magistrado señala que los condenados, que carecen de antecedentes penales, durante la vista trataron "de negar todo" y ofrecieron "una versión en la que ellos son las víctimas", pero que carece "de la coherencia y racionalidad necesaria". Así, tanto el padre del adolescente como su madre, que viajaba en el turismo, manifestaron que el autobús "tiró" a su hijo, que pilotaba la motocicleta, de la carretera, por lo que iniciaron una persecución para exigir explicaciones al conductor. "Tal afirmación es ilógica. Unos padres que ven a su hijo caer de la moto por haberle golpeado un autobús, lo primero que hacen es detener el vehículo y auxiliar a su vástago para comprobar que está bien", subraya el juez.