Los vecinos del parque ofimático que en los últimos cinco años han sido desalojados de sus viviendas por la expropiación de sus parcelas para la construcción del polígono residencial llevan casi un año escuchando del Gobierno local "buenas palabras" respecto a la búsqueda de soluciones para sus situaciones personales, la mayoría relacionadas con las deudas que han contraído al tener que asumir las cuotas de urbanización, pero al mismo tiempo admiten haber recibido "escasas esperanzas" para sus problemas. Tras la última reunión, el mes pasado, con el edil de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, los afectados exigen claridad en el discurso del Ejecutivo y, sobre todo, soluciones precisas.

No brotó el optimismo tras aquel encuentro, que crispó los nervios de algún vecino. A la mayoría, una veintena, les dolió volver a oír de voz del concejal que la situación es complicada y que el Gobierno local está intentando encontrar salidas. Porque en la misma reunión supieron que les iba a ser remitida una nueva cuota de urbanización de la obra, y para los que tienen deudas que llegan hasta los 200.000 euros eso supuso otro golpe muy duro sin nada a la vista a lo que agarrarse.

"No nos solucionan nada ni este Gobierno municipal ni el anterior. Y además se les ve perdidos", concluye uno de los afectados, José Antonio Sánchez, que tenía una casa junto al colegio Maristas. "Cuando estaban en campaña electoral nos dijeron que la desafectación de nuestra zona era posible y cuando empezaron a gobernar se dieron cuenta de que no era tan fácil y ya nos dicen que es inviable", protesta Álvaro Corral, afectado por el desalojo de su vivienda en San Vicente de Elviña.

Critican al Gobierno del PP por incumplir promesas y ahora les molestan otros aspectos del mandato de Marea, como que Varela y funcionarios de su área desconozcan, según dicen, una propuesta con posibles soluciones -devolución de parcelas e indemnizaciones- enviada por un vecino al alcalde hace 3 meses o que se les ofrezca edificabilidad en la zona con cargas financieras incluidas después de haber tenido que entregar las escrituras de sus propiedades libres de esas cargas al ser desalojados.

Aumenta el desánimo cuando a los antiguos residentes en la zona les llega una nueva cuota de urbanización de la obra, una obligación que deben cumplir al haberse convertido en promotores involuntarios del parque tras ser expropiados, por lo que el dinero de sus indemnizaciones no pueden ni tocarlo y, en el peor de los casos, como ha ocurrido, se han endeudado. "Si en realidad están intentando arreglar algo que nos lo digan, porque muchos hemos perdido nuestras casas", reclama Sánchez.

El Gobierno de Marea indica que está trabajando en la búsqueda de soluciones a pesar de las dificultades, por lo que espera, según fuentes municipales "avances pronto". Añaden que en los últimos meses se paralizaron desahucios, se realojaron a tres vecinos y se abrieron "conversaciones directas".

Las obras de urbanización del ofimático comenzaron en abril de 2011, un mes antes de que el PP ganara las elecciones por mayoría absoluta. El Ejecutivo popular las paralizó, aunque las reanudó en noviembre. En su mandato dos desalojos, los de Álvaro Corral y Manuel Ramallo, movilizaron a numerosos vecinos. En la zona también prosigue la construcción de tres bloques de pisos de cooperativistas.