Desconocimiento e incumplimiento de los estatutos. Censura a la creación de grupos de trabajo. Acusaciones de querer crear un partido propio. Negativa a contestar. Incomunicación con la agrupación. Estas son algunas de las críticas que la junta directiva de Ciudadanos en A Coruña dirigió ayer abiertamente a la dirección del partido en Galicia y a la ejecutiva nacional en una reunión convocada para informar a los afiliados en la ciudad de la situación de "ninguneo" que denuncian.

Es la resaca del caos que vive Ciudadanos en la ciudad y la comarca desde que el partido de Albert Rivera sustituyó la semana pasada al cabeza de lista en las elecciones generales del 20-D, Antonio Rodríguez, por José Canedo para el 26-J, que ya fue candidato a la Xunta por UPyD. A esta polémica decisión, censurada por Rodríguez porque elimina la celebración de un proceso de primarias que recogen los estatutos del partido y justificada por la dirección al alegar que el ya excandidato y exdiputado en el Congreso "no ha estado a la altura", le siguieron las críticas de la agrupación coruñesa por esa sustitución. Ello motivó que al día siguiente se les denegara a sus miembros los accesos al correo del partido y a la intranet.

El malestar y descontento de la directiva local por la negativa al diálogo con los responsables de Ciudadanos en Galicia y en Barcelona salieron ayer a relucir ante una treintena de afiliados en una reunión en el hotel NH Atlántico. Cinco de sus miembros -la formación original incluía otros dos- expusieron algunos ejemplos: aseguran que desde septiembre pasado fueron reprochados por quienes han ejercido como delegados territoriales, Javier Chouza y Juan José Chouza, por crear grupos de trabajo, por celebrar demasiadas asambleas, por mantener contacto con miembros de grupos de la Corporación municipal, por querer organizar actos de presentación ante la prensa o incluso por solicitar las claves en internet para mantener comunicación con el partido.

Dicen que cuando plantearon consultas a estos cargos de la formación naranja en Galicia no recibieron explicaciones y que las veces en que trasladaron sus preguntas a departamentos de la dirección nacional de Ciudadanos tampoco fueron contestados o se les remitió a otras áreas internas o finalmente obtuvieron respuesta meses después de haberla pedido.

Cansados del ninguneo que denuncian, los miembros de la agrupación coruñesa solicitaron a la dirección en febrero que realizase una auditoría del funcionamiento de la directiva dado que desde septiembre apenas habían tenido relación con sus superiores en Galicia y que si era necesario mejorar el trabajo se le fuese comunicado. Tampoco hubo respuesta.

La portavoz de la agrupación en la ciudad, Patricia Pertierra, critica que la dirección haya "reñido" ahora al grupo coruñés por no utilizar los canales internos y por acudir a la prensa para confesar su malestar. Admite que tanto ella como los demás directivos tienen la intención de dejar la agrupación. "O me cesan o me voy, no pienso hacer campaña por alguien que no ha sido elegido democráticamente", advierte. Por ahora, nadie le ha indicado lo que hacer.