A unos días de alcanzar el ecuador del año, el pleno de María Pita por fin ha logrado aprobar los presupuestos municipales para 2016. Hicieron falta más de seis meses de negociaciones para que se pudiese forjar una mayoría, finalmente integrada por los votos de Marea y PSOE, que diese luz verde a las cuentas, que ascienden a 244,5 millones de euros, un 2,95% menos que en 2015. PP y BNG optaron por abstenerse.

Pese al acuerdo, los reproches de los últimos meses entre los partidos se mantuvieron en una sesión extraordinaria en la que la oposición emplazó al Gobierno a iniciar ya las conversaciones sobre los presupuestos del próximo 2017. El alcalde, Xulio Ferreiro, reconoció desde un inicio que, aunque las cuentas "no son los que le gustarían este Gobierno", mejoran al proyecto que había sido aprobado en fase inicial el pasado 1 de abril.

El regidor defendió que se mantiene la prioridad para las políticas de gasto social, la sostenibilidad ambiental o la promoción de la actividad cultural. Sí admitió los importantes recortes en políticas de Participación que se introdujeron con respecto a la propuesta previa del Ejecutivo local, si bien se comprometió a hacerle frente desde todas las concejalías "con toda la creatividad y trabajo".

La portavoz del PP, Rosa Gallego, tachó las cuentas de "presupuestos de mínimos" y cargó contra un recorte del 30% en el apartado de las inversiones. La popular presumió de haber introducido en las cuentas su gran línea roja de las negociaciones, es decir, la inclusión de todos los convenios nominativos de 2014, que se sumarían a los de 2016 propuestos por el Gobierno. En este sentido, Gallego urgió al alcalde a "tramitar con urgencia" todos estos convenios par aliviar la situación económica de las entidades cívicas de la ciudad.

También defendió la edil del PP los recortes introducidos en partidas de externalizaciones o de publicidad y propaganda, al tiempo que denunció las formas de negociar del Gobierno. "No se han querido reunir con nosotros ni nos han entregado toda la documentación cuando se les pedía", aseguró.

Al igual que los populares, el portavoz del PSOE, José Manuel Dapena, apenas se separó de las líneas de argumentación trazadas por su partido en los últimos meses. El socialista acuso al Ejecutivo de no haber tenido "lealtad negociadora" en los últimos meses y responsabilizó a la Marea de la tardanza a la hora de aprobar los presupuestos. "Ustedes pretendían que nos doblegáramos a sus exigencias pero nosotros vamos a continuar con nuestra oposición rigurosa", afirmó Dapena.

El portavoz del PSOE defendió las inversiones introducidas a iniciativa de su formación, como los fondos para hacer de Os Mallos un Distrito Universitario o la creación de un Clúster Universitario, pero aseguró que los presupuestos son "conceptualmente de la Marea", en contra de la opinión del alcalde. "La ciudad está cansada de su victimismo y de su política de gestos huecos", aseguró.

La edil del BNG, Avia Veira, justificó su abstención alegando que la ciudad "está mejor" con estas cuentas que con las de 2015, si bien considera que en gran parte están hechas "a la medida de PP y PSOE". La nacionalista también criticó que no se hubiesen incorporado sus reclamaciones presentadas en la fase de alegaciones, que concretaban en proyectos concretos en los barrios gastos genéricos en inversiones, si bien presumió de haber introducido más fondos para la inversión en cultura, colegios públicos o mercados municipales.

La propuesta aprobada ayer es el resultado de las negociaciones culminadas la semana pasada en la Comisión de Facenda entre los cuatro partidos. En ellas, se introdujeron cambios importantes sobre el proyecto que había sido aprobado inicialmente, algunos por acuerdo entre las formaciones y otros por obligación de los técnicos. Por ejemplo, el presupuesto tuvo que incluir sí o sí dos indemnizaciones por condenas urbanísticas -heredadas de gobiernos anteriores- por valor de 866.000 euros que no se incluían inicialmente. Una de ellas tiene que ver con una reclamación de los promotores de Someso por la avenida de la Universidad y otra con unas expropiaciones de la tercera ronda.

Gallego acusó al Gobierno local de "irresponsabilidad" por no haber incorporado estas partidas, a lo que el alcalde replicó que si no aparecían fue porque el Concello todavía no había tenido acceso a las sentencias en el momento de su elaboración.

Otro cambio importante tiene que ver con los fondos presupuestados para el Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE), que pasa de sufrir un recorte de 600.000 euros, introducido por el PP, a uno de solo 280.000. También se acordó reducir 139.430 euros en mejora del saneamiento, destinando este crédito a partidas de publicidad, estudios técnicos y otros gastos diversos "para garantizar el funcionamiento ordinario de los servicios obligatorios".

Gallego ahondó por la tarde en sus tesis del "desgobierno" de la Marea en una conferencia en la sede provincial del partido en la que estuvo acompañada del nuevo secretario general del PPdeG, Miguel Tellado. Ambos apuntaron a un común denominador de los "gobiernos del cambio" que resumieron con tres puntos: "capacidad de generar problemas, falta de diálogo y miedo a tomar decisiones".