Las máquinas entraron ayer en los arenales de la ciudad para retirar las dunas que las protegen de los efectos de los temporales y prepararlas para la llegada de los bañistas. Pero las excavadoras se encontraron con la presencia de los usuarios más tempraneros de las playas, quienes no se inmutaron por su actividad y continuaron disfrutando de la jornada de sol vivida ayer.