Una broma entre adolescentes que consumían alcohol el viernes 13 de mayo en un piso de la ciudad terminó con uno de ellos detenidos. El joven, de 19 años, llamó al servicio de emergencias 112 a las 00.45 horas para dar una falsa alarma de bomba. Estaba ebrio, según reconoció después, cuando descolgó el teléfono y dijo que había un artefacto explosivo en una sucursal bancaria de la ciudad. La amenaza obligó a los agentes de la Policía Nacional a registrar las oficinas de un determinado banco, pues el chico solo especificó el nombre de la empresa y no ofreció datos sobre en qué sucursal estaba la supuesta bomba. Los funcionarios no encontraron nada "anormal" durante las intervenciones, según informó ayer la Jefatura Superior de Policía, por lo que, en coordinación con el 112, iniciaron las investigaciones para tratar de localizar el lugar desde el que se había hecho la llamada.

Cuando los agentes estaban llegando al edificio desde el que se había dado la falsa alarma, el adolescente volvió a llamar al 112 desde el mismo número para reconocer que todo había sido "una broma" producto del consumo de alcohol con sus amigos. Al llegar al portal del inmueble, los policías se encontraron con un grupo de jóvenes y, tras entrevistarse con ellos, uno reconoció que había sido el autor de la llamada. Los funcionarios procedieron a su detención y lo trasladaron a dependencias policiales, donde prestó declaración como presunto autor de un delito contra el orden público. El 091 informó de que el adolescente vecino de la ciudad carece de arrestos anteriores.

La Jefatura Superior de Policía recuerda que quien afirme o simule una situación de peligro para la comunidad y provoque la movilización de los servicios de policía, asistencia o salvamento, comete un delito contra el orden público, tal y como recoge el Código Penal.