Entre abril y julio de 2014 supuestamente entraron a la fuerza en al menos diez casas y viviendas de la comarca coruñesa, en algún caso con los residentes en su interior, y robaron diversos objetos de valor. Eran cuatro hombres pertenecientes a una presunta organización criminal; desde el 14 de julio de hace dos años tres permanecen en prisión provisional por orden de un juzgado de Betanzos. La Fiscalía Provincial pide para cada uno de ellos, los cuatro, una pena de siete años de prisión y el pago de las correspondientes indemnizaciones a los afectados por sus actos. Se les acusa de un delito continuado de robo con fuerza en casa habitada con pertenencia a grupo criminal.

Los asaltantes, todos mayores de edad y tres de ellos sin antecedentes penales, ocultaban sus rostros con un pasamontañas, según el relato de la Fiscalía, y accedían a las viviendas forzando las cerraduras o rompiendo puertas y ventanas. Una vez dentro buscaban propiedades valiosas y las metían en sacos. Salían de las casas con objetos como bandejas, jarras, vajillas, marcos o candelabros; con televisores, relojes, cámaras fotográficas, vinilos, un proyector cinematográfico; herramientas y utensilios mecánicos; también con chorizos, latas de conserva o botellas de whisky.

En cuatro meses de la primera mitad de 2014 los ladrones delinquieron de este modo más de una vez en casas de Bergondo, Miño, Betanzos, Abegondo y Oleiros, además de en otras tres viviendas de otros términos municipales no señalados, según el escrito del fiscal en su informe.

Uno de los golpes que les atribuye la Fiscalía tuvo lugar en un pazo utilizado como vivienda habitual, al que accedieron tras saltar un muro de piedra de 1,70 metros de altura. Dentro se encontraron con un residente que estaba durmiendo y que al despertarse fue golpeado y atenazado, por lo que prosiguieron con el saqueo. Del lugar se llevaron valiosos objetos de metal y documentos valorados en casi 4.000 euros.

Parte de las propiedades sustraídas por los asaltantes, cuyo valor ascendía a cantidades de entre 550 euros y los casi 4.000 del botín del pazo, fueron recuperadas por sus dueños. Al menos diez víctimas reclaman indemnizaciones por daños y perjuicios por la comisión de los delitos, que serán ejecutadas conjuntamente.