Un alcohólico fue condenado por maltratar a su madre, que tiene 86 años, a pesar de que la mujer se negó a denunciarlo y a relatar ante el juez episodios concretos de la violencia "habitual" que ejercía sobre ella. El caso llegó a los tribunales "fruto de la desesperación" de una hermana del acusado, que acudió a pedir ayuda a servicios sociales ante "lo insostenible de la situación a la que su hermano sometía a su madre". Agentes de la Policía Local ya se habían personado previamente en el domicilio que el procesado compartía con la víctima ante "episodios escandalosos que llegaron a oídos de terceras personas", según detalla el juez en la sentencia, quien recalca que existe constancia del traslado de funcionarios del 092 a la vivienda debido a incidentes familiares desde mayo de 2007. "La afectada nunca presentó denuncia ni quiso que a su hijo se le impusiese ninguna medida cautelar", señala el titular del Juzgado de lo Penal número 3 de A Coruña.

El sospechoso, que fue condenado a someterse a tratamiento médico durante dos años y a la prohibición de comunicarse y aproximarse a su madre durante un año y cuatro meses, no trabaja ni tiene "ningún tipo de ingreso", según revela el juez en el fallo, en el que especifica que vive "a costa de la pensión de viudedad de su madre" y que es "consumidor habitual de alcohol". La afectada, debido a su avanzada edad, tiene problemas de visión y dificultades para moverse. El magistrado considera probado en el fallo que desde hace "varios años" y "siempre coincidiendo con las ingestas de alcohol" del procesado, le propinaba empujones a su madre y "era normal" que elevara los brazos y le aproximase los puños a la cara, llegando en ocasiones a agarrarla por los brazos y apretárselos hasta conseguir que se arrodillase ante él mientras le dirigía expresiones del tipo: "No vales para nada", "¿cuándo prefieres morir?" o "tenías que estar muerta".

"Este comportamiento provocó que la mujer esté marcada por una situación de temor y subyugación hacia su hijo, que la humillaba, la angustiaba y aterrorizaba", concluye el juez en la sentencia.