Armando Ruah es el gerente de la Asociación Estatal de Salas de Música en Directo (Acces), entidad promotora del XI Congreso Estatal de Salas de Conciertos, que este año ha sido incluido dentro de la I Semana de la Música en Directo de A Coruña. Las ponencias de esta celebración, en el centro cívico de la Ciudad Vieja, culminan este mediodía con tres charlas orientadas a los aspectos contractuales, técnicos y comunicativos para el día a día laboral de los músicos.

-¿Qué criterios se utilizaron para seleccionar los temas que han conformado las ponencias de este último Congreso Estatal de Salas de Conciertos?

-Estamos hablando de una nueva experiencia, porque normalmente hacemos un congreso anual con todos los socios de salas de música en directo del Estado y siempre organizamos uno o dos seminarios de formación dirigidos a nuestros socios, relacionados con las formas de programar en las salas, las nuevas tecnologías... En este caso, lo hemos extendido para que estos temas fueran de interés no solo para responsables de locales de música en directo, sino también para profesionales de la música en directo en el ámbito de Galicia, jóvenes que quieran dedicarse a este sector...

-¿Cómo ha evolucionado la actividad de la Acces desde su creación en 2005?

-Hemos crecido mucho en reconocimiento cultural. Acces pertenece al Consejo Estatal de las Artes Escénicas desde hace cinco años. Y hemos abierto el camino hacia Europa, ya que somos miembros fundadores de Live DMA, una asociación de salas y de festivales en Europa. Y también estamos en la génesis del Congreso Internacional de Salas, que este año ha celebrado su segunda edición dentro del Primaverapro de Barcelona.

-¿Diría que se han cumplido los objetivos iniciales?

-Una buena parte de ellos, pero queda un largo camino por recorrer en cuanto al reconocimiento cultural del trabajo que hacen las salas en sus ciudades, barrios... Consideramos que las salas de pequeño y mediano formato son el eslabón fundamental para el desarrollo del nuevo talento y somos un poco el vivero en el que se están desarrollando los artistas del futuro que van a ocupar grandes escenarios.

-¿Las exigencias administrativas de los locales deberían ajustarse más a las características de cada tipo de programación?

-Sin duda, lo que no es lógico es que a una sala que programe conciertos acústicos se le exija el aislamiento sonoro que debería exigírsele a un espacio en el que suene música amplificada, debería marcarse una diferencia.

-¿Cree que la formación musical oficial debería profundizar en materias de perfil administrativo en sus programas?

-Evidentemente, un músico tiene que perfeccionar su disciplina con un instrumento, pero es importante también para entrar en el mundo profesional con cierto conocimiento saber cómo se hace una factura, la normativa laboral en cuanto a seguridad...

-¿A qué nivel se encuentra España en cuanto a su apoyo a las salas con respecto a otros países?

-Jugamos en otra división. Mientras que en Francia, por ejemplo, las salas reciben unas ayudas en torno al 60%, en España reciben en torno al 2%, y eso marca muchos aspectos de su funcionamiento. Si tú tienes parte de tu actividad con apoyos, puedes tomar más riesgos, trabajar mucho más con el sector emergente...

-Dentro de la situación existente en España, ¿en qué posición se encuentra Galicia?

-Cada Gobierno local tiene una línea de trabajo con respecto a la música en directo. En este país, desgraciadamente, no hay un plan de cultura ni una ley de la música, y muchas veces, el equipo de gobierno que llega empieza de cero, falta una cierta coherencia a medio y largo plazo.

-¿Qué balance hace de los últimos datos del sector de los que dispone la asociación?

-En algún aspecto son positivos, porque hemos ampliado nuestra red de salas y estas están diversificando mucho más sus actividades pero, evidentemente, el 21% de IVA nos está haciendo mucho daño. No solo se paga el 21% en gastos artísticos, sino que las salas tienen la obligación de tributar los servicios de hostelería al 21%.