La prevención recibirá una especial atención por parte del servicio municipal de socorrismo en las playas coruñesas este año, según anunció ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, con motivo del inicio de la temporada estival coruñesa, a pesar de la lluvia caída durante toda la jornada. Una de las actuaciones que llevará a cabo el Concello en este campo será la instalación de señales en las zonas que supongan un peligro para los bañistas, como escalones en la arena o rocas, a lo que se sumará la difusión de avisos por la megafonía en gallego, castellano e inglés.

El servicio de socorrismo se prestará hasta finales de septiembre en lugar de hasta el 15 de ese mes como era habitual y estará presente en las playas de Riazor, Orzán, Matadero, San Amaro, As Lapas y Oza, además de en Santa Cristina, donde se comparte el servicio con el Concello de Oleiros. El equipo que atenderá los arenales está formado por 50 personas y se extenderá desde las 11.00 a las 21.00 horas.

Otra medida de prevención implantada este año es que la ambulancia que habitualmente tiene su base en Riazor, y que se desplaza donde son requeridos sus servicios, será medicalizada, lo que permitirá ofrecer una atención sanitaria más efectiva.

Las personas con problemas de movilidad tendrán este año una mejora para su acceso a Riazor, donde contarán con un auxiliar de baño que les ayudará a desplazarse. En el resto de playas, estas personas dispondrán de los materiales de apoyo que habitualmente se les proporcionan para poder permanecer allí o tomar un baño.

También se potenciará la prevención mediante la realización de talleres sobre primeros auxilios en las playas de Riazor y Orzán casi todos los días en los que las condiciones atmosféricas sean favorables, para lo que se dispondrá de personal contratado específicamente para estas actividades. Otra de las áreas en las que se trabajará en estos talleres es la medioambiental, para favorecer un comportamiento adecuado de los bañistas en los arenales.

Los socorristas realizaron el año pasado 819 intervenciones en las playas coruñesas, lo que supuso un 23% menos. Riazor fue la playa con más incidencias, que llegaron a 222, aunque el 40% de ellas ocurrieron fueron fuera del arenal, en especial en el paseo marítimo. El problema más habitual entre los atendidos por este servicio fueron los cortes, ya que hubo 213 casos, seguidos por las 207 abrasiones no producidas por el sol. Pese a que hubo un aumento en los rescates de personas, ya que fueron 33 frente a los 29 del año anterior, no hubo ninguna víctima mortal. Entre los aspectos más curiosos figuran los remolques por los socorristas de una cabra, una nevera y dos delfines.