La cubierta y estructura del estadio de Riazor, sin grandes obras de reforma desde 1998, esperan por una demandada y necesaria rehabilitación que el Concello no ha podido empezar pese a que el contrato está adjudicado desde primavera de 2015. En una auditoría previa a los trabajos, finalizada el pasado noviembre, la constructora ganadora del concurso, Dragados, concluyó que había zonas en las que el proyecto iba a ser más complejo de lo diseñado inicialmente y, por tanto, de mayor coste. El Concello, con dudas, abrió un expediente para aclarar estos "resultados dispares" sobre la viabilidad del plan inicial, con peritos independientes, antes de aceptar un presupuesto mayor o que genere problemas con la constructora. Actualmente, el área de Deportes ha recurrido a la asesoría legal del Concello para ver cómo resuelven el entuerto, dada la "complejidad jurídica" del problema.

El proyecto de reforma tiene fecha de diciembre de 2013. En él se alerta de la importante corrosión de la estructura, afectada por el óxido y su proximidad con el mar. La duración prevista de la obra es de dos años. El contrato salió a concurso en julio de 2014 y quedó adjudicado antes del cambio de gobierno en el Palacio de María Pita, en abril. Lo ganó Dragados, que se comprometía a rebajar de 2,9 a 2,6 millones de euros el presupuesto de la licitación.

Según explica el Gobierno local al Bloque Nacionalista Galego en respuesta a una pregunta escrita, en su oferta, la contratista incluyó una auditoría previa "para conocer al detalle su estado y en función de eso concretar la planificación de los trabajos". El informe realizado por la constructora se terminó en noviembre de 2015. Ese mismo mes, el Gobierno local avanzó que mantendría ya reuniones para definir el calendario y el programa de ejecución, de gran dificultad técnica. Sin excesiva demora, preveía iniciar la rehabilitación por las gradas de Pabellón y Maratón. Pero, continúa la respuesta al grupo nacionalista, los resultados de la auditoría fueron "dispares sobre la viabilidad de la ejecución de la obra".

Según ha podido saber este periódico, el estudio de Dragados concluye que el proyecto se adecua a la realidad en cuanto a la reparación de algunas gradas pero no a la de otras, donde la adjudicataria ve problemas para ejecutar el plan tal y como estaba diseñado y con el mismo presupuesto.

Apertura de expediente

Para resolver la diferencia de criterios entre el proyecto de 2013 y la auditoría, el Ayuntamiento decidió abrir un "expediente administrativo contradictorio", esto es, una evaluación con técnicos, algunos de ellos independientes, para "aclarar las cuestiones propuestas por la contratista". Según figura en la respuesta escrita, intervinieron hasta cinco técnicos diferentes, entre ellos, especialistas de la Universidade da Coruña, que emitieron un informe pericial. También tomaron parte la dirección de obra, la inspección municipal y otros dos peritos a cargo de la parte contratista (Dragados). El Concello recuerda que es una "obra rehabilitadora que presenta un plus de complejidad mayor al que tendría una obra nueva".

El Concello no explica en su respuesta la conclusión del expediente elaborado por este grupo de técnicos pero sí que el Servicio de Deportes va a consultar con la dirección de la Asesoría Jurídica cómo resuelve el problema, "por la complejidad jurídica que supone la finalización de dicho expediente administrativo". No pone fechas para cerrar la cuestión.

La decisión que se tome sobre si se aceptan o no las reclamaciones de Dragados podría tener consecuencias en el coste de la obra (con una partida consignada en los presupuestos de 2016), el proceso de adjudicación, en los plazos ya demorados e incluso llegar al Contencioso-administrativo.

A la pregunta de si hay riesgo para los asistentes al campo, el Gobierno local asegura que cualquier apertura al público está precedida de una revisión general "que garantiza su acceso en condiciones de preservar la integridad de las personas". Desde el Real Club Deportivo solo indican que, a día de hoy, no tienen información sobre los trabajos.