Un vecino de A Coruña reconoció ayer ante el magistrado del Juzgado de lo Penal número 2 de la ciudad haber descargado y almacenado "cientos de archivos" pedófilos en su ordenador. El procesado aceptó ser condenado como autor de un delito de pornografía infantil al pago de una multa de 540 euros. La Fiscalía, que inicialmente solicitaba pena de cárcel, llegó a un acuerdo con la defensa del sospechoso, por lo que la vista oral no se celebró y el juez dictó sentencia oral en la sala.

La unidad de la Policía Nacional especializada en este tipo de delitos investigó al acusado y, tras detectar indicios de que visionaba y descargaba material pedófilo, obtuvo permiso judicial para entrar y registrar su domicilio, situado en la ciudad. Los agentes se incautaron de su computadora y descubrieron que el condenado hacía uso de diversos programas de descarga de archivos para acceder a centenares de fotografías y vídeos de menores "con un alto contenido pornográfico".

El juez considera probado en el fallo que eran para "su propio visionado" y que tenía intención de "atentar contra la indemnidad sexual de tales menores". El imputado no distribuía los archivos a través de internet, por eso la condena no incluye pena de cárcel. En el disco duro de su ordenador, según relata el magistrado, almacenaba más de 500 fotos "de este estilo" y dos vídeos de menores realizando prácticas sexuales. Además, en su vivienda guardaba una tarjeta de memoria con otras 60 imágenes de niños "de similar contenido que las anteriores". El titular del Juzgado de lo Penal 2 número 2 de A Coruña destaca en la sentencia que el acusado padece un trastorno esquizoide de personalidad que afecta "muy ligeramente" a sus capacidades intelectivas y volitivas. El magistrado no tuvo en cuenta esta circunstancia como atenuante a la hora de dictar la pena. Contra el fallo no cabe presentar recurso ante instancias superiores, ya que el sospechoso se mostró conforme y fue dictado en la sala bajo la conformidad de todas las partes implicadas en el procedimiento judicial. Así, el acusado se declaró culpable y aceptó el relato de los hechos que el representante del Ministerio público expuso en su escrito de calificación.

El vecino de A Coruña también aceptó hacerse cargo de las costas del proceso judicial y deberá hacer frente a la responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago, tanto de la multa como de los gastos originados a la Justicia.